Es conocida la sentencia de San Agustín: "Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón caminará inquieto mientras no halle reposo en ti".
Y no lo es menos el Principio y Fundamento de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola: "El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar dellas, quanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse dellas, quanto para ello le impiden".
El sentido de las consideradas preguntas últimas (como ¿para qué estamos aquí?) está, pues, claro: es finalista y se refiere a terceros. No somos el centro del universo. Algo similar, aun sin llegar a la trascendencia divina, nos plantea este spot: son los demás (no nuestro egocentrismo narcisista), y sobre todo aquellos a quienes más amamos y que constituyen nuestra responsabilidad y deber de estado, los que explican por qué hemos nacido.