En un artículo publicado en L´Osservatore Romano de julio de 2012, Giulia Galeotti recordaba el dilema de Melinda Gates en torno a lo que su formación católica le decía y lo que terminaba haciendo al apoyar económicamente programas para el asesinato de bebés en el seno de sus madres (véase «Los riesgos de la filantropía: Melinda Gates, Nestlé y el método Billings», 29.07.2012).
En realidad la postura de la esposa de Bill Gates venía de más atrás.
La idea de "empoderar" a las mujeres pasaba por darles abortivos.
Y como los abortivos cuestan, una de sus metas llegó a ser recaudar 4 mil millones de dólares para eso (véase «¿Lo que le hace falta a las mujeres son los anticonceptivos? Melinda Gates dice que sí», 23.07.2012).
Fue todo este despliegue de retórica y millones de dólares lo que motivó a que una mujer africana escribiera una carta sentida y sincera abierta a Melinda («Carta abierta de una mujer africana a Melinda Gates: 4.6 billones de dólares nos comprarán maridos infieles», 26.09.2012).
Dos años después de aquella carta algo ha cambiado en Melinda Gates. El 2 de junio de 2014 la Bill and Melinda Gates Foundation (www.gatesfoundation.org/es) informaba que no financiarían más el aborto.
Por cuanto refiere la CNN («Melinda Gates: ‘Gates Foundation Has Decided Not to Fund Abortion’», 11.06.2014), Melinda declaró a periodistas canadienses que «en todo el mundo el debate emocional y personal sobre el aborto está amenazando con interponerse en el camino para salvar vidas en materia de planificación familiar básica […] Entiendo que el debate sobre el aborto continuará, pero confundir en el consenso sobre muchas de las cosas que tenemos que hacer para mantener a las mujeres sanas, es un error. Hemos hecho grandes progresos por las mujeres en los cuidados prenatales, en el darles conceptivos y sobre la promoción de un correcto cuidado y nutrición de los neonatos; tenemos necesidad de seguir así. El único modo para hacerlo es el de ser claro, concentrarnos y trabajar».
Y agregó: «Garantizar embarazos seguros y sanos es una cosa que funciona y salva vidas […] la del aborto debe ser tratada separadamente».
Se trata de un primer paso, ciertamente, pero de no poca envergadura tratándose de una fundación con un presupuesto de 4 mil millones de dólares.