Según ha informado el congreso de la Catholic Medical Association (CMA), los médicos católicos que siguen las enseñanzas de la Iglesia sobre moral sexual no pueden trabajar como ginecólogos en Reino Unido.
Charlie O’Donnell, médico especialista en urgencias y medicina intensiva, dijo que el mejor consejo que podía dar a un católico “ortodoxo” que desee especializarse en obstetricia y ginecología era “emigrar”.
El Dr. O’Donnell dijo en el congreso que se celebró el 17 de mayo en Ealing Abbey, al oeste de Londres, que un católico que se esté formando en obstetricia y ginecología pronto se podría encontrar siendo objetor de conciencia ante tareas como prescribir anticonceptivos artificiales, dar tratamientos fertilidad a parejas no casadas o Viagra a parejas de homosexuales.
Dijo que los especialistas que supervisan no tienen el respaldo necesario para permitir que los médicos en formación puedan optar por la objeción si tienen dificultades morales en este trabajo. Sin embargo, la objeción de conciencia al aborto está permitida por una cláusula específica de la Ley del Aborto de 1967.
“Si se quiere ser profundamente católico en lo que concierne a la moral sexual no es posible formarse como especialista en obstetricia y ginecologia. Pero esto no es debido a una discriminación contra los católicos. Hay un conflicto cultural total sobre lo que es el buen sexo, una dicotomía de creencia entre lo que nosotros, como cristianos, creemos que es bueno globalmente para el individuo y lo que cree la sociedad secular”, dijo el Dr. O’Donnell.
Unos días antes, el presidente de la CMA, el Dr. Robert Hardie, pidió aclaraciones sobre unas denuncias según las cuales a unos médicos y enfermeras objetores de conciencia se les había vetado la obtención de un diploma de la Facultad de Salud Reproductiva y Sexual. El personal médico normalmente necesita este diploma para trabajar en el cuidado sanitario reproductivo y sexual.
Jim McManus, vice-director del Healthcare Reference Group de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, dijo que cualquier acción que resultara en la exclusión de los católicos de la práctica de la ginecología sería ilegal.
“Seria una clara violación de la Ley de Igualdad [2010] que los católicos fueran excluidos de poder practicarla” dijo. “El consejo que me dio un experimentado abogado es que sería ilegal y que cualquier empleador que intente ponerla en marcha estará abierto a desafíos legales”.