Unos mil padres de colegios de Fomento (ligados al Opus Dei) han impulsado una carta a esta institución pidiendo a la institución educativa que vuelva a limitar al máximo las tablets, portátiles y pantallas, que a raíz de la pandemia dispararon su presencia en la vida escolar de sus hijos. Fomento es una red de 32 centros privados y concertados por toda España, con unos 25.000 alumnos.
Los padres lo ven claro: la nueva política digital de los colegios de Fomento perjudica a sus hijos, que ahora están mucho más distraídos, estudian menos y además acceden a pornografía y otros contenidos inadecuados. Los chicos mayores enseñan a los más pequeños a saltarse los cortafuegos y muros de protección, denuncian.
Según la carta dirigida al Consejo de Administración de Fomento, a la que ha tenido acceso el diario El Mundo, los niños "han sido expuestos a riesgos innecesarios en su formación intelectual y espiritual" al sustituirse muchos libros de texto con portátiles.
Las familias piden que el uso de pantallas se limite sólo "a ciertas clases y horas" y que el portátil quede en el colegio y no entre en las casas.
En vez de atender en clase, juegan con sus pantallas
Tras 3 años de experiencia, los padres constatan que "es muy habitual que los niños usen el Chromebook incluso durante las clases para chatear, jugar, escuchar música, o múltiples distracciones que nada tienen que ver con la actividad prevista en la propia aula". "Abren un documento y chatean a través de él. Si para un adulto ya es difícil, imagínate para una persona en un proceso de madurez", explica a El Mundo un padre del colegio Las Tablas-Valverde de Madrid.
En cuanto al sistema de control parental contra contenidos inapropiados, llamado Lazarus, tiene grietas que los chicos saben explotar. Por ejemplo, si el buscador ofrece las imágenes subidas de tono veladas por el control, arrastrándolas a un documento de Google ya se pueden ver.
"Niños de 4º, 5º y 6º de Primaria, y en adelante, acceden a contenidos pornográficos gracias al Chromebook en todos los colegios de España, y no de manera aislada", alerta la carta de estos padres.
"También conozco a un niño que se ha pasado toda la semana viendo South Park en clase. Si a alguien se le ocurre subir un vídeo de una paliza y compartirla con el resto de la clase, tu hijo se la tiene que tragar, por mucho que intentes preservarle de ese tipo de contenidos", explica este padre.
Una madre de un colegio de Valencia dice que desde que repartieron los portátiles tiene a sus hijos "pegados a la pantalla" y "la mayor ha dejado de leer de forma radical".
Malo para el sueño, la dieta, la atención...
La carta enviada a Fomento aporta enlaces a artículos científicos que muestran que el uso de pantallas perjudica las horas de sueño, la actividad física, la dieta y el rendimiento académico de los adolescentes, y provoca un "desplome de la capacidad de atención".
También temen que los niños empeoren o pierdan su capacidad de escribir a mano, que Google acumule datos sobre ellos como usuarios y que aumente la miopía entre los niños y adolescentes.
Les da la sensación que los responsables de Fomento no se han pensado mucho el proyecto tecnológico y se embarcaron apresuradamente en él, en parte por la necesidad de la pandemia y en parte por parecer "modernos".
¿Basta con decir "pueden dejar el portátil en el colegio"?
Fernando San José, director del colegio Las Tablas-Valverde, responde en El Mundo que la mayoría de familias están contentas, que hay lista de espera para entrar en colegio de Fomento y que la LOMLOE (Ley Celaá) "obliga a evaluar cinco descriptores de competencia digital".
Detalla que, en Las Tablas, las familias de niños de 6º de Primaria podrán dejar el ordenador en el colegio y en 5º no tendrán que comprarlos, sino que usarán los que adquiera el centro... pero, claro, si un chaval se lleva el portátil a casa convencerá a sus amigos para que también lo hagan, diciendo que es para hacer "trabajos", pero en realidad para jugar (en red o no), chatear o perder horas de sueño ante la pantalla.
Países que empiezan a restringir pantallas en la escuela
Como recuerda el diario, en diversos países empiezan a implantarse protocolos más estrictos para limitar las pantallas en el ámbito escolar. Por ejemplo:
- Italia prohibió hace seis meses el smartphone en el aula;
- Suecia va a revisar su plan digital escolar al comprobarse que empeora la lectura de los niños;
- un pueblo en Irlanda promueve un pacto para que menores de 12 años no usen el móvil,
- en EEUU el distrito escolar de Seattle demandado a TikTok, Meta (dueña de Facebook e Instagram) y Snapchat por dañar la salud mental de jóvenes.
El móvil, sus riesgos y los adolescentes
Un estudio de la Fundación Barrié ("Adolescencia, tecnología, salud y convivencia", presentado en noviembre de 2022) entrevistó a 10.000 adolescentes de 12 a 18 años en 60 colegios de Galicia, descubriendo que:
- el 26% de los adolescentes hace un uso problemático o compulsivo del móvil (un 31% entre chicas de bachillerato);
- un 44% consume pornografía online;
- el 42% ha recurrido al sexting (intercambio de mensajes de contenido sexual y erotizante);
- el 11% ha recibido por móvil proposiciones sexuales por parte de un adulto;
- el 61% reconoce dormir con el teléfono en su habitación;
- el 29% lo usa de madrugada todos o casi todos los días.
Muchas familias cristianas (y no cristianas) se esfuerzan por limitar todo eso y no dan móvil a sus hijos adolescentes, pero si el colegio les da un portátil, lo usan en el colegio para distraerse y por "deberes escolares" se lo llevan a casa, ese esfuerzo queda en nada.