ACAI (www.acaive.com), la patronal del aborto en España, que agrupa a la inmensa mayoría de clínicas privadas que se dedican a este negocio en el país y practican casi la totalidad de los abortos (los abortos en centros públicos son un porcentaje muy pequeño) ha recibido la noticia del anteproyecto de ley del aborto del ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón con una nota peculiar cuya argumentación quizá no guste a sus colegas del lobby del aborto en América Latina y otros países.
En toda Hispanoamérica los lobbies abortistas piden que se despenalice o legalice el aborto bajo el control y apoyo de médicos de su sector, profesionales y técnicos que juran y perjuran que la ciencia demuestra que tal o cual aborto es necesario para salvar vidas de mujeres, para salvar su salud psíquica, etc...
Incluso en Irlanda el Primer Ministro Enda Kenny está imponiendo una ley del aborto ¡para evitar suicidios! Unos supuestos expertos psíquicos demostrarían que el aborto era imprescindible para evitar el suicidio de mujeres muy alteradas ante la noticia de su embarazo... (ReL explicó como una masiva manifestación provida y la rebelión de varios diputados respondieron a este intento de "coladero").
Ahora la patronal del aborto en España, después de 28 años de negocio, asegura todo lo contrario.
"Ningún profesional sanitario puede determinar ni determinará objetivamente si el conflicto psicológico que en una mujer genera un embarazo no deseado o una patología grave o incompatible con la vida puede ser solucionado sin recurrir a una IVE; mucho menos determinar si esa afectación se prolongará en el tiempo, tal y como señala el texto; ya que es la mujer, y solo ella, la que tiene que saber si puede sobrellevar o no la disfunción psicológica y vital que tal situación le puede suponer".
No es ciencia. Es sólo la opinión (perfectamente cambiable) de cada mujer en un momento dado.
Es decir, según ACAI en ningún lugar del mundo un psiquiatra debería poder firmar un papel diciendo que la ciencia médica confirma que con un aborto tal o cual mujer se salvará de un riesgo psíquico, le protegerá de un suicidio, trauma, daño...
Ningún psicólogo puede escudarse en la ciencia para decir: "este aborto era médicamente necesario para salvar su salud psíquica".
Según los profesionales de la ACAI, después de practicar más de un millón y medio de abortos, el 95% de ellos bajo el criterio de "riesgo para la salud psíquica" con exámenes firmados por psicólogos... ¡el psicólogo y la ciencia médica no tienen capacidad para dictaminar tal cosa!
Según estos expertos del aborto y sus mayores defensores, la ciencia médica no puede saber si un aborto ayudará psíquicamente a una mujer. "Ningún profesional sanitario puede determinar [...] si el conflicto psicológico que en una mujer genera un embarazo no deseado [...] puede ser solucionado sin recurrir a una IVE".
En Hispanoamérica e Irlanda las autoridades deberían tomar nota de esta declaración cada vez que un médico abortista, una clínica abortista o un lobby abortista presenten un aborto diciendo que era "necesario, según la psiquiatría, para proteger la salud psíquica de la madre", técnica que se usa para establecer un supuesto de "riesgo psíquico" o "aborto terapéutico por riesgo psíquico".
Sus colegas en España declaran sin tapujos que la ciencia psicológica no tiene capacidad para tal cosa.
Otro aspecto curioso de la nota de ACAI es (citamos textualmente) "su total repulsa hacia la consideración de la mujer como una víctima. Ya que las mujeres, todas las mujeres que interrumpen su gestación, son mujeres adultas, conscientes de su decisión".
Es evidente que esto no es así. No todas son adultas: las estadísticas de Sanidad en España (con datos que los propios centros de ACAI aportan) muestran que el 10% de los abortos (entre 11.000 y 13.000 al año) corresponden a chicas de 16 y 17 años, o menores. La Constitución Española establece que la mayoría de edad es a los 18 años. No son adultas y la Ley Aído de 2010 les permite abortar sin informar siquiera a sus padres o tutores con tal que aleguen (es un trámite) "razones graves".
Por otra parte, no está claro que todas las mujeres que abortan lo hagan sabiendo qué hacen: ¿de verdad se puede hablar de un verdadero consentimiento informado? Muchas asociaciones en España consideran que no se informa bien a la mujer de los riesgos, consecuencias y realidad médica del aborto que se plantea practicar. ¿Una decisión desinformada es una decisión consciente?
Además, una decisión consciente no es necesariamente una decisión libre. Una mujer puede conscientemente decidir prostituirse, pero sin libertad, porque una mafia amenaza a sus hijos, por ejemplo. De igual forma, un estudio con datos de 2004 del Medical Science Monitor en EEUU (de David Reardon y el Elliot Institute) mostraba que un 64% de mujeres que abortaban se sentían presionadas o coaccionadas para hacerlo. Este estudio se usó para la ley anti-presiones de 2010 en Tennesee.
En España, es interesante la Memoria 2006 de la Fundación pro-aborto "Salud y Familia", que financia los abortos en Cataluña con dinero de la Generalitat. En esta Memoria (PDF en Saludyfamilia.es/downloads) se recoge que el 22% de mujeres declara que abortó "sintiéndose confusa". ¿Una decisión "sintiéndose confusa" es una decisión consciente?
En España, la "Ley Aído" no tiene ningún mecanismo especial que impida o dificulte que una mujer sea presionada para abortar (por su novio, familia, jefe, etc...) y sólo pide que se de a la mujer un sobre con información sobre ayudas públicas a la maternidad (no sobre las ayudas privadas a embarazadas en situaciones difíciles). La gravedad de la situación española quedó de manifiesto en un caso ejemplar: la camarera del restaurante Taco-Taco de Gerona, coaccionada por su jefe para que abortase, y que, al negarse a ello, fue despedida. Si se conoce el caso es porque llegó a los tribunales por la vía del derecho laboral...
La nota que la patronal ACAI publica con motivo de la reforma del aborto del ministro Ruiz-Gallardón quizá pretendía simplemente expresar indignación por parte de los empresarios de este sector en España, pero para el debate del aborto en América Latina e Irlanda es un gran ejemplo de las estrategias del lobby.
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Es posible que ACAI retire la nota de su página web si se lo piden entidades abortistas desde Hispanoamérica, por lo que la copiamos íntegramente bajo estas líneas (20 de diciembre de 2013 a las 19.27)
Tras conocerse el Anteproyecto de Ley Orgánica de “Protección de los Derechos del Concebido y de las Mujeres Embarazadas”, presentado hoy por el Titular de Justicia.
ACAI CONFIRMA QUE LAS MUJERES ESPAÑOLAS NO PODRÁN ABORTAR EN NUESTRO PAÍS.
España se convierte en el único país de la Unión Europea, junto a Irlanda y Polonia que niega este derecho a sus mujeres
La interrupción voluntaria del embarazo no podrá realizarse legalmente, ya que los requisitos burocráticos, legales y médicos exigidos impedirán que sea una práctica sanitaria normalizada.
http://www.acaive.com/acai-confirma-que-las-mujeres-espanolas-no-podran-abortar-en-nuestro-pais/notas-de-prensa/
Madrid, 20 de diciembre de 2013. Para la Asociación de Clínicas Acreditadas para la IVE el anteproyecto de ley no solo acaba con un derecho básico y fundamental de la mujer, sino que condena a estas a continuar con su embarazo contra su voluntad, incluso aunque su salud física o psíquica esté en riesgo; ya que los requisitos sanitarios y legales para que una mujer pueda acceder a esta prestación sanitaria son prácticamente imposibles de cumplir.
En primer lugar, ningún profesional sanitario puede determinar ni determinará objetivamente si el conflicto psicológico que en una mujer genera un embarazo no deseado o una patología grave o incompatible con la vida puede ser solucionado sin recurrir a una IVE; mucho menos determinar si esa afectación se prolongará en el tiempo, tal y como señala el texto; ya que es la mujer, y solo ella, la que tiene que saber si puede sobrellevar o no la disfunción psicológica y vital que tal situación le puede suponer.
En segundo término, el establecimiento de centros públicos acreditados expresamente para emitir dictámenes, informes preceptivos y asesoramiento a las mujeres, distintos a los que realizan las IVEs, implica someter a las mujeres al arbitrio ideológico de los/as profesionales que lo integren; pudiendo llegar a convertirse, en función de quienes formen dichos comités, en auténticos centros de estigmatización y culpabilización de la mujer, con el objetivo expreso de hacer desistir a esa persona de su intención de abortar, aunque su situación psicológica, personal, e incluso física hagan recomendable la interrupción de su gestación, cuando la mujer además así lo desea.
Asimismo, los mecanismos burocráticos que pretenden establecerse, como por ejemplo el tiempo de reflexión de una semana, la duplicidad o la minuciosidad exigida a unos informes preceptivos que en el caso por ejemplo de las patologías fetales son inviables cuando nos referimos a un proceso de gestación evolutivo; llevarán muy probablemente a la mujer a una semana de gestación alta que incida en la posibilidad legal de interrumpir su gestación por plazos, e incluso por evolución gestacional.
Impedir que los centros acreditados para la IVE puedan informar a la mujer de los ámbitos donde puede encontrar asesoramiento, apoyo o simplemente información práctica de la ubicación geográfica de dichos centros; es simplemente impedir que la mujer tenga otras vías de información distintas a las oficialmente establecidas por el Ejecutivo, de acorde a su ideología. Es reducir a estos centros a una suerte de semiclandestinidad, estigmatizar a sus profesionales y señalar a las mujeres que podrían acudir a ellos.
Por último, ACAI quiere asimismo manifestar su total repulsa hacia la consideración de la mujer como una víctima. Ya que las mujeres, todas las mujeres que interrumpen su gestación, son mujeres adultas, conscientes de su decisión. Son mujeres que voluntariamente deciden no continuar adelante su embarazo. Una madurez que seguirán ejerciendo, esta vez desde la clandestinidad y el éxodo abortivo.