"Papa Francisco bautizará a mi hijo". Lo cuenta Anna Romano, una joven de Roma, 35 años, quien había escrito al Papa para contarle su dolorosa y transformadora experiencia.

Quedó embarazada, había sido abandonada por el padre del niño. Padre que, entonces, ella había descubierto que ya tenía otra familia y otro niño. El hombre, dejándola, le aconsejó que debía abortar.

Anna escribió al Papa Francisco, dirigiéndose a él como padre para contarle su historia. Luego se fue a un período de vacaciones en Gallipoli, convencida que debía traer a la vida a este hijo que crecía en su vientre.

El martes 03 de septiembre, alrededor de las cuatro de la tarde, el Papa Francisco la llamó...

"Vi un número fijo de Roma que no conocía -dijo Anna a el periódico Corriere-, y cuando respondía me quedé sin palabras. Al principio pensé que era una broma, pero luego me hizo referencia a la carta.Y lo que yo le había escrito sólo lo sabían mi mejor amiga y mis padres. Me dijo que había leído mi carta, que nosotros los cristianos no debemos dejar de aferrarnos a la esperanza. Cuando le dije que quería bautizar a mi hijo, pero que me temía no era posible debido a que soy una madre soltera, ya divorciada de otro, él me dijo que si acaso no tenía un padrino para el bautismo … porque había pensado impartir él mismo el sacramento a mi pequeño".

Anna dijo que si su bebé es varón, se llamará Francisco: "Me ha hecho feliz, me ha dado fuerzas. Y yo cuento mi historia porque deseo que pueda servir de ejemplo para muchas mujeres que se sienten alejadas de la Iglesia sólo porque se han encontrado con el hombre equivocado, están divorciadas o porque se encontraron con hombres que no son dignos de ser padre".