El Papa Francisco acogió a una bebé con anencefalia durante la Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud. Sus padres fueron los encargados de presentar las ofrendas y su presencia ofreció un poderoso mensaje contra el aborto en Brasil.

Luciendo una camiseta con el lema Pare o Aborto [Detengamos el aborto], el padre llevó a su menina en brazos. La madre llegó con su hijo mayor, un pequeño que llegó dormido a ese momento de la ceremonia.

El día anterior, sábado, al salir de la catedral de San Sebastián de Río de Janeiro tras celebrar una Misa con los obispos y sacerdotes, el Papa Francisco conoció a esta pareja, que le presentó su hija recién nacida con anencefalia, una malformación que supone la ausencia parcial o total del cerebro.

En los casos de anencefalia el bebé muere poco después de nacer, pero la bebé ha seguido con vida contra todo pronóstico.

Sus padres, de condición humilde, no la abortaron pese a que pudieron hacerlo según la legislación brasileña que permite este caso de aborto.



El 26 de julio, Carlos Polo, Director de la Oficina para América Latina del Population Research Institute (PRI), advirtió que el proyecto de ley PLC 3/2013, que permitiría la distribución de una droga abortiva en todo el sistema sanitario del país, sólo espera la firma de la presidenta Dilma Rousseff para su aprobación.

Rousseff la firmará una vez concluida la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013, tras el viaje de retorno del Papa Francisco al Vaticano. Polo explicó que los grupos abortistas han visto conveniente esperar la ocasión en que los católicos están con el Santo Padre y los diputados están de vacaciones hasta el 5 de agosto.

“Pero los abortistas no se saldrán con la suya. Nos estamos movilizando en redes sociales pidiendo a todos los jóvenes pro vida de la JMJ que usen un lazo color verde amarillo para expresar que Brasil defiende la vida. La misma mano que estrechará la del Papa Francisco no debe firmar una ley que terminaría la vida de muchos niños por nacer”, señaló.