El presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, propuso este lunes que la reforma de la ley del aborto que prepara el Gobierno solicite dos certificados médicos de dos especialistas distintos de la sanidad pública para justificar la práctica de un aborto por riesgo de la salud física o psíquica de la mujer.
Con esta medida, esta asociación civil pretende evitar que la nueva normativa se convierta en «un fraude de ley», como ocurrió con la ley de supuestos de 1985.
«En la ley del 85 no había un elemento externo de contraste. Eran los propios médicos y psicólogos de las clínicas donde se realizaban los abortos quienes hacían esos informes prefirmados para de justificar el aborto por riesgo en la salud física o psicológica de la mujer», indicó.
Al respecto, Benigno Blanco recordó que con la reforma de la actual normativa, el aborto «dejará de ser un derecho y, por lo tanto, una prestación sanitaria obligatoria» y pasará a ser «un delito», por lo que «el Estado no podrá financiar delitos».
«La reforma afectará sin duda a la cuenta de resultados de las clínicas abortistas», explicó el presidente del FEF, al tiempo que se mostró contrario a que dentro de este nuevo marco normativo se criminalice a la mujer. «Solo es una víctima», recordó.
El Foro Español de la Familia considera que el anuncio del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, sobre el contenido de la nueva ley del aborto «es un paso importante en la buena dirección, pese a que no llega a ser la propuesta» de aborto cero que defiende esta asociación civil.
«Fuera de los países del Este, que tras el comunismo pusieron leyes más restrictivas contra el aborto, España sería el primer país de Occidente, siguiendo la oleada que encabeza Estados Unidos, en poner coto a esta práctica que se popularizó en la década de los 70», recordó Benigno Blanco.
Asimismo, recordó que una cuestión tan seria como la defensa de la vida requiere un debate social y político serio y no como el que mantiene actualmente el PSOE. «Su postura es intelectualmente deshonesta, al convertir el debate en un enfrentamiento de la Iglesia con el Gobierno y evitar hablar del verdadero problema que son las mujeres y la vida. No está siendo honesto», insistió.