Casi todos los esclavistas sabían que los esclavos eran humanos, pero no les importaba. Aunque la evidencia científica sea clara para muchos, eso no les moverá a proteger al débil. 

Una reciente estadística del gobierno británico (YouGov, del 25 a 30 de enero de 2013, con 4.400 encuestas) ha reflejado las contradicciones de una sociedad educada, alfabetizada, con acceso a la ciencia, pero instalada en la banalidad del mal.

[La estadística, como decimos, no es neutral: es de un Gobierno que lleva casi medio siglo apoyando el aborto].

Así, el 44% de los encuestados considera que "el punto en el que se inicia la vida humana" es en la concepción, pero sólo un 7% de los ingleses prohibiría todos los abortos.


Entre las mujeres, el 53% tiene claro que la vida empieza en la concepción (frente al 35% de hombres que así lo piensan) pero sólo un 6% de las inglesas prohibiría todo aborto (y sólo un 7% de hombres lo haría). La encuesta específicamente detalla que no se incluyen las "emergencias médicas" como aborto.

Asombra que en la era de los ultrasonidos y ecografías 3D, en la moderna Inglaterra un 30% de la población afirme que la vida humana empieza "en algún momento durante el embarazo" y que un 17% diga que la vida humana "no empieza hasta que nace el bebé" (un 21% de hombres cree esto; sólo un 14% de mujeres lo secunda).


En cuanto a las edades, las personas de más edad son las que más conocen la lógica del inicio de la vida: un 53% de los mayores de 60 años saben que la vida humana empieza con la concepción, algo que sólo comparten el 31% de los jóvenes de 18 a 24 años.

También es asombroso constatar que los que no recibieron ninguna educación formal saben, en un 60%, que la vida empieza en la concepción, algo que solo comparten un 41% de los que tienen un título universitario.

La idea de que la vida humana no empieza hasta después del parto tiene su mayor grupo de defensores entre los que se definen "sin religión": un 21% de ellos profesan esta opinión, inmune al parecer a cualquier ecografía, manual de embriología o evidencia biológica.

Sólo un 3% de los "sin religión" prohibiría todo aborto, aunque uno de cada tres (el 34%) tiene claro que la vida empieza en la concepción.


Entre los que se definen como anglicanos, el 50% cree que hay vida humana desde la concepción, aunque sólo un 5% prohibiría todo aborto.

Entre los que se consideran católicos (unos 350 encuestados), el 60% cree que hay vida humana desde la concepción, aunque sólo un 14% prohibiría todo aborto. (Hay que señalar que se trata de "autodefinidos" como católicos; no hay datos sobre su formación o práctica religiosa real).

Eso sí, uno de cada tres "católicos" preferirían reducir el límite de tiempo en el que se permiten los abortos: actualmente está fijado en las 24 semanas de embarazo, y un 70% de esos "católicos" que quieren cambiar los plazos los reduciría a entre 12 y 20 semanas, como mucho.

Por último, la encuesta pregunta dónde buscan su guía las personas. Hay unos 900 encuestados que dicen que se guían por la ciencia. Pues bien, de los que se creen "guiados por la ciencia", un 31% cree que la vida empieza en la concepción; un 42% que empieza en algún momento del embarazo y un 20% que no empieza hasta que nace el bebé. ¡La ciencia le dice una cosa distinta a cada uno! Y apenas un 3% de ellos prohibiría el aborto.

En cambio, de los que dicen que se guían "por Dios", un 66% dice que la vida empieza en la concepción, sólo un 10% declara que el bebé adquiere vida humana al nacer y un 19% quiere abolir el aborto.


En España, en 2009, una encuesta encargada por el lobby abortista "CatholicsForAFreeChoice" detectó que sólo un 8% de los españoles estaba a favor de prohibir todo aborto, pero ese mismo año en el también pro-aborto diario Público los contrarios a todo aborto eran un 11%. En cambio, una encuesta publicada en marzo de 2010 en el diario conservador "La Razón" registraba que un 31,5% de la población española esta en contra de cualquier tipo de aborto.