La archidiócesis de Bombay, en la India, lanza una campaña llamada “37 million Diyas”, 37 millones de luces contra los abortos selectivos en razón del sexo y contra la violencia que sufren las mujeres. El número se refiere a la diferencia entre hombres y mujeres que mostraba en el 2011 el último censo de este populoso país.
En todas las parroquias de la archidiócesis se encenderán 37 millones de lámparas y velas para sensibilizar a la comunidad cristiana ante tantas formas de violencia contra las mujeres: abortos selectivos, homicidios por causa de las dotes, violaciones, mortalidad materna e infantil, violencias en el hogar…
La violación, tortura y asesinato de una joven estudiante de 23 años en la India en un autobús a manos de un grupo de seis hombres el 16 de diciembre levantó una ola de indignación por todo el país. A pesar de que se han sucedido las manifestaciones y de que este caso parece haber sido un revulsivo para la sociedad india, desgraciadamente han seguido ocurriendo casos similares.
Y es que las estadísticas muestran que hay una agresión a una mujer cada 7 minutos y se comete una violación cada 54 minutos. Estos casos alcanzan cifras increíbles en un país tan poblado como la India. Por otro lado, en una sociedad tan tradicional, alzar la voz contra cualquier crimen sexual es un tabú. Las víctimas, tienen que tener mucha valentía para denunciar.
En un esfuerzo para ir a la raíz del problema la archidiócesis de Bombay ha lanzado esta iniciativa “37 millon Diyas”. La diya – que es la imagen que se podrá ver en todas las parroquias de Bombay - es una lámpara de barro con aceite que se tenía como luz en las casas más humildes. Según la tradición india, una forma de representar a los amantes es con la imagen de la “diya”, la lámpara, y el “baati”, la mecha de algodón. Para dar luz se necesita a ambos. Van siempre juntos y uno es incompleto sin el otro.
En la India claramente falta luz. Debido al desprecio por la mujer, tener una hija es una desgracia por lo que un gran número de familias indias recurre al aborto selectivo. Se identifica el sexo del feto en el vientre de su madre, algo que en teoría está prohibido por la ley, y, si es niña se aborta. Según datos de la ONU, se cree que de esta forma se han “perdido” 62 millones de mujeres en la India, un número equivalente a las poblaciones de Suecia, Austria, Suiza, Bélgica y Portugal juntas.
En un texto que acompaña esta campaña, desde la archidiócesis de Bombay analizaban qué hay detrás de este desprecio tan profundo de la mujer: “Como sociedad debemos considerar cómo tratamos la sexualidad humana. Vivimos en una sociedad que tolera cualquier tipo de conducta y desviación sexual entre los adultos. Las mujeres, los hombres e incluso los niños son tratados como objeto y juguetes sexuales”.
Reconocen además que la justicia no ha logrado mucho para atajar este grave problema de violencia y desprecio de la mujer: “No hay día en que no haya alguna noticia de violencia contra las mujeres, sea en el hogar o en las calles”. “Las mujeres”, añaden, “son convertidas en mercancía, se les priva de respeto y se las elimina; las niñas son discriminadas incluso antes de nacer; las esposas tratadas como esclavas”.
Con motivo de la fiesta de la creación de la República India, este pasado 26 de enero, la Conferencia Episcopal India ha lanzado un mensaje en el que recordaba que se trata de un problema de formación de la persona, “a la que deben contribuir padres, profesores, ancianos, líderes espirituales y autoridades”.
Según los obispos indios, “la violencia contra las mujeres y los niños – no sólo las violaciones, sino todos los casos de feticidios e infanticidios femeninos, los asaltos, los raptos, los delitos de honor y por la dote – arruinan los pilares de la sociedad y de la nación, frenando el camino hacia la paz y la prosperidad”.
La campaña de las 37 millones velas ha tenido lugar también en los colegios católicos precisamente el día 26, en el Día de la India. Cambiar de mentalidad a través de la educación puede que sea el único camino para que diya y baati vuelvan a iluminar la India.