El plan que propugna el primer ministro, David Cameron, apoyado por los liberaldemócratas de Nick Clegg, es un asunto que ha generado fuertes fricciones entre los tories y será sometido por primera vez a una votación parlamentaria el próximo martes.
Según el citado dominical, entre esos diputados conservadores que rechazarán el proyecto figuran cuatro miembros del Gobierno de coalición entre tories y liberaldemócratas y otros prominentes políticos conservadores.
Al mismo tiempo, 25 presidentes o expresidentes de asociaciones conservadoras del Reino Unido han firmado una carta dirigida hoy a Cameron para advertir de que su propuesta ocasionará un "daño significativo" a la campaña de las elecciones generales de 2015.
Un presidente de uno de esos grupos conservadores consideró, según el citado dominical, que esa propuesta ha indignado al partido más que el siempre polémico asunto de Europa y está provocando que se "multipliquen" las dimisiones de afiliados.
La votación del próximo martes en los Comunes supondrá un examen para el jefe del Ejecutivo.
Downing Street -despacho y residencia oficial de Cameron- anticipa que solo unos 120 diputados conservadores se pronunciarán a favor y que previsiblemente unos 180 se abstendrán o votarán en contra.
El "Sunday Telegraph" señala que se prevé que el ministro de Medioambiente, Owen Paterson y el ministro para Gales, David Jones, votarán en contra; mientras que el titular de Defensa, Philip Hammond, se abstendrá o alberga dudas, e Iain Duncan Smith, titular de Bienestar, puede apoyar la propuesta del Gobierno.
Cameron ha defendido con vehemencia la necesidad de legalizar las bodas gay a fin de fortalecer la institución del matrimonio y ha apostado porque esos enlaces puedan celebrarse en templos religiosos.
De esta manera, el Gobierno incluirá en la ley de matrimonios homosexuales la posibilidad de permitir a las iglesias de Inglaterra y Gales celebrar estas ceremonias aunque estas no estarán obligadas a hacerlo.
El ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, partidario de la propuesta, señaló anoche que "la libertad religiosa no es solo para los heterosexuales" y añadió: "no se debería negar a nadie el derecho a realizar un compromiso de por vida con otra persona frente a Dios si lo permite su iglesia".
La revuelta tory está liderada por el diputado David Burrowes, quien consideró el proyecto de ley "terrible" por haber "ocasionado consternación dentro del partido".
En declaraciones que publica hoy el tabloide "Mail On Sunday", el ministro de Educación, Michael Gove, manifestó su apoyo a la propuesta aunque señaló que si bien los profesores del Reino Unido deberán explicar a sus alumnos que el matrimonio gay es legal, no estarán obligados a promoverlo de forma activa.