El periódico estadounidense The Washington Times advirtió que el Instituto abortista Alan Guttmacher (AGI, por sus siglas en inglés), “infló” exageradamente los datos estadísticos que muestran el número de abortos en los países en vías de desarrollo.
En un artículo escrito por Janice Shaw Crouse vocera de Concerned Women for America, se señala que cuando se despenalizó el aborto en el Distrito Federal de México, el Instituto Guttmacher presentó en el año 2006 un estudio que señalaba la cantidad de 725 070 a 1 024 424 abortos ilegales. Con la presión de estas cifras en el año 2007 se despenaliza el aborto.
En el año 2007 los abortos llegaron a 10 137, es decir, de 70 a 100 veces menos que la cifra presentada un año antes por Guttmacher.
En el año 2009 la cifra real de abortos legales en México D.F. fue de 12 221, sin embargo nuevamente el Instituto bautizado en honor a un famoso eugenesista, sobreestimó diez veces la cifra presentando un informe con 122 455 abortos legales.
Para Crouse, AGI es el “cerebro” de la organización abortista Planned Parenthood, que es un principal impulsor de la legalización del aborto en el mundo.
En el año 2012 científicos colombianos también afirmaron que AGI inflaba las cifras de abortos en su país: AGI afirmaba en el 2008 que en Colombia se realizaron 400 mil abortos pero no pudo justificar cómo obtuvo esa número.
Los científicos latinoamericanos entre los que se encuentra el chileno Elard Koch, criticaron el estudio difundido por el instituto abortista y destacó que "toda la estimación se basa en números imaginarios subyacentes de opiniones", refiriéndose a los datos de los abortos en Colombia.
En estados Unidos, AGI tiene credibilidad por la exactitud de sus investigaciones pero ahora su prestigio es cuestionado, no sólo por el excesivo aumento que hace a las cifras de abortos en América Latina sino también por el método de investigación empleado para tal fin.
En países como Argentina, Brasil, Chile, México, Perú, Guatemala y República Dominicana, la metodología de AGI es observada con precaución por la sobrestimación que hace a las cifras que presenta sobre el número de abortos.
El texto de Crouse muestra además cifras recopiladas de AGI y la Organización mundial para la Salud (OMS), comparadas por el investigador William Robert Johnston, quien realiza un trabajo de recolección de datos en los países donde el aborto está legalizado.
Johnston ha estimado el número de abortos en el mundo, según cifras de AGI y la OMS. De acuerdo a ellas sólo en 1995 se realizaron 45,6 millones de abortos, en el 2003 se indica que fueron 41,6 millones y 43.8 millones en el 2008, de las cuales el investigador solamente ha podido documentar 18, 15 y 16 millones respectivamente.
Sin necesidad de inflar las cifras de AGI, que de por sí son sorprendentes, Johnston señala que desde 1922 hasta el año 2012 hubo 907 millones de abortos casi un billón de seres humanos que no nacieron, y se calcula que por mes se abortan 1 039 000 bebes en todo el mundo.
El aborto provocado es la eliminación o asesinato de un ser humano dentro del vientre de la madre. La doctrina católica y la ley natural coinciden en que nunca tiene justificación pues nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de otra persona, menos la de los más débiles e inocentes; los no nacidos.