Durante unos días el documental The voice of John [La voz de Juan] puede verse completo de forma libre en Internet (verlo abajo). A partir de principios de noviembre comenzará su distribución para ser visionado en salas de cine, colegios, iglesias y en todos aquellos lugares e instituciones donde se quiera conocer de primera mano la realidad del aborto.
Esta producción de Riversong se ha preocupado de recoger testimonios de personas directamente involucradas en esta plaga, para dar una mejor idea de sus dimensiones: 53 millones de niños muertos antes de nacer en Estados Unidos desde su legalización en 1973.
Y lo hace "desde la perspectiva de quienes lo conocen mejor: los médicos, enfermeras, sacerdotes, científicos y políticos, tanto responsables de esa legislación como opuestos a ella", dice la productora: "Escucharéis el testimonio de mujeres que lamentan haber abortado, de supervivientes del aborto, de antiguos abortistas e incluso de quienes prestaron declaración ante el Tribunal Supremo para la crucial sentencia Roe vs Wade".
La película comenzó a producirse en enero de 2011, y a distribuirse el 2 de noviembre de este año. Y responde a una promesa muy personal de Maryann Lawhon.
En 1977, ella era una joven enfermera en la unidad de ginecología y obstetricia de un hospital de veteranos. Durante una de sus guardias, al entrar en la habitación para material de desecho se encontró con un feto vivo, al que habían dejado sobre una fría plancha de metal. Dio la voz de alarma, pero sólo recibió una bronca y la negativa a salvarlo: de trataba de un niño que acababa de sobrevivir a un aborto. No lo habían rematado, pero tampoco le habían querido rescatar, prefiriendo dejarlo allí hasta que se muriese a solas víctima de las lesiones.
A Maryann apenas le dio tiempo a bautizarle. Le puso el nombre de John [Juan] y le hizo una promesa: "Le contaré el mundo lo que he visto aquí hoy. Seré tu voz".
Finalmente ha podido cumplir su promesa, financiando La voz de Juan, donde intervienen políticos como Mike Huckabee o Rick Santorum, religiosos como el padre Frank Pavone o el pastor Perry Stone, supervivientes del aborto como Melissa Ohden o antiguos miembros de la industria del aborto como Amy Johnson, de Planned Parenthood, o la ex médico abortera Carol Everett.
Un nuevo paso más destinado a sacudir conciencias en un país donde la permisividad con el aborto es cada vez más impopular.