Una amplia mayoría, 56% de los uruguayos, apoyan el derecho a la vida desde su inicio en la fecundación, según la última encuesta que dieron a conocer organizaciones de la sociedad civil uruguaya.
La Asociación Nacional de Familia y Vida (ANFAVI) y la Asociación Educando Uruguay (AEDU) en representación de grupos de la sociedad civil demandaron al Estado garantizar la protección del derecho a la vida, porque de no hacerlo es ir en contra de lo que opina la mayoría de la sociedad.
El Senado debe decidir si ratificar la protección del derecho a la vida desde la fecundación o permitir la práctica del aborto por cualquier razón. En vísperas de este debate parlamentario, se realizó la más amplia encuesta conocida: 100.000 hogares de los 19 departamentos que conforman el territorio de Uruguay. Fue vía telefónica y con la pregunta directa para identificar si están a favor del derecho a la vida desde su inicio en la fecundación, o a favor del aborto, según informaron las organizaciones ANFAVI y AEDU.
Al detallar los resultados de esta última encuesta que se realizó en la última semana, señalaron que 51.922 personas, es decir 43.9 %, dio su apoyo al aborto y 66.342, es decir, el 56.1% se manifestaron claramente a favor del derecho a la vida del bebé por nacer.
La Asociación Nacional de Familia y Vida (ANFAVI) y la Asociación Educando Uruguay (AEDU), recordaron a sus legisladores que mediante el voto, en las pasadas elecciones, les otorgaron su representación, y esta encuesta muestra una amplia mayoría de los uruguayos a favor del derecho a la vida.
Un hecho importante, dijeron, es el indicador de la intención de votos para las próximas elecciones: partidos políticos que apoyan el aborto en Uruguay, van perdido notoriamente su fuerza electoral, mientras que los partidos que apoyan el derecho a la vida, siguen recuperado a su favor la intención de votos.
Esto sucede en Uruguay desde el año 2005, donde se ve una relación directamente proporcional entre el descenso de la aprobación al aborto, con el descenso de la intención de votos de los partidos políticos. Ejemplo de ello, citaron, es la encuesta realizada en Uruguay en 2012, donde partidos como el Frente Amplio después de votar a favor de la legalización del aborto desciende su caudal de intención de votos de 41% a 36% y lo mismo sucede en el Partido Independiente, que su intención de votos baja del 2% al 1%, después de que su diputado Iván Posadas negociara para darle la mayoría de los votos en la Cámara de diputados para legalizar el aborto por cualquier motivo, en algunos casos hasta las doce semanas y en otros hasta el noveno mes. Sucediendo a la inversa con los partidos Nacional y Colorado que se manifestaron a favor de la vida y aumentaron su intención de voto.
Las organizaciones de la sociedad civil señalaron que por influencia de ideologías externas y por su ubicación, Uruguay se ha convertido en referente de políticas democráticas en América Latina: en 1934 fue el primer país en legalizar el aborto, pero esta reforma duró muy poco.
En 1938 se declaró delito y se aprobaron las excluyentes de responsabilidad: no es punible el aborto por malformación congénita del bebé, por riesgo de vida de la madre; por extrema pobreza de la familia y por honor (violación). En estos casos el Estado se hace cargo de todos los gastos de hospitalización, agregaron.
Ante ello, denunciaron que en contra de lo que opina la mayoría de los uruguayos los intentos por legalizar el aborto han sido permanentes, pero sin éxito. A partir del 2002, dijeron ANFAVI y AEDU ha habido tres intentos fallidos de despenalización en el Parlamento uruguayo. El último, en septiembre pasado; se puede decir que “se introdujo un proyecto a escondidas” en la Cámara de Diputados a espaldas del cuerpo electoral. Fue aprobado por un solo voto de diferencia, con una convocatoria extraordinaria del parlamento entre las fiestas navideñas y fin de año, cuando el pueblo estaba totalmente fuera de la problemática por los festejos navideños.
Desde ayer miércoles 17 de octubre, la iniciativa que permitiría el aborto hasta las doce semanas sin restricciones y en las semanas siguientes, en determinadas circunstancias, pasará al Senado. Es un hecho que marcará un antes y un después para la mayoría de los uruguayos que están a favor de la vida y en consecuencia en el futuro de gobierno de los legisladores y sus partidos políticos. Hoy la responsabilidad es de los parlamentarios, mañana será del pueblo uruguayo para aprobarlos o no en las ya tan próximas elecciones, sostuvieron.