¿Sientes que tu vida descarrila por momentos? ¿necesitas un cambio de rumbo radical? La Cuaresma viene en ayuda de los cristianos, para poner de nuevo en el centro lo más importante. Un tiempo de preparación para vivir la pasión de Jesús, y que nos devuelve a la intimidad con Dios.
La página Integrated Catholic Life enumera 40 consejos para seguir durante la Cuaresma. Cuarenta ideas sencillas y prácticas que pueden traer un cambio duradero a nuestra vida. Esta lista se basa en el libro de Marcellino D'Ambrosio Cuarenta días, cuarenta maneras: una nueva mirada a Cuaresma (Siervo, 2014).
Cuarenta ayudas para vivir una buena Cuaresma:
1. Reserva 30 minutos para rezar al principios de la Cuaresma y pide la fuerza del Espíritu Santo. Si necesitas levantarte temprano o quedarte despierto hasta tarde para tener 30 minutos de tranquilidad, ¡hazlo! Apaga el teléfono y el ordenador. No lo pospongas y no permitas interrupciones.
2. Asiste a Misa diaria durante la Cuaresma.
3. Si no puedes ir a Misa diaria, ve a Misa los viernes y los domingos. Quizá puedas ir una o dos veces más durante la Cuaresma.
4. Pasa al menos 30 minutos en adoración, al menos una vez a la semana. No tiene por qué ser frente al Santísimo, pero es mucho más poderoso.
5. Recupera la tradición de realizar visitas frecuentes al Santísimo durante la semana, aunque sea sólo cinco minutos.
6. Si no puede ir a Misa diaria, lee las lecturas del día. Durante las temporadas especiales como la Cuaresma, las lecturas constituyen un fantástico estudio bíblico.
7. Es bueno confesarse al menos una vez durante el tiempo de Cuaresma después de hacer un buen examen de conciencia.
8. Además de la penitencia, cumple las condiciones necesarias para una indulgencia plenaria.
9. Pasa tus primeros 15 minutos del día agradeciendo a Dios por el regalo de la vida y ofrécele tu día.
10. Lee algo de la Biblia todos los días.
11. Reza la Liturgia de las Horas durante la Cuaresma.
12. La oración es como respirar: hay que hacerlo continuamente. Pero, a veces es necesario hacer una pausa y respirar profundamente. Planifica un retiro. Podría ser simplemente de medio día, en la naturaleza o en una iglesia. Trata de ceñirte a las Escrituras, la liturgia y guardar silencio tanto como puedas. Al final del retiro, escribe lo que el Espíritu Santo te haya dicho.
13. Haz el Vía Crucis cada viernes, ya sea con un grupo o tú solo. Si tienes hijos, llévalos.
14. Adquiere el hábito de detenerse al menos cinco veces al día, de elevar el corazón y decir una breve oración como "Jesús, te amo" o "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador" o "Señor, lo ofrezco por ti".
15. Reza los Misterios Dolorosos del Rosario con frecuencia, especialmente todos los viernes y miércoles. Los misterios gloriosos son especialmente apropiados los domingos. Los misterios alegres y luminosos son perfectos en otros días.
16. Utiliza el Rosario de las Escrituras, que te proporciona un versículo de las Escrituras para recitar entre cada Ave María. Esto hará que sea más fácil meditar sobre los misterios.
17. Si nunca has hecho un rosario familiar, comienza a hacerlo el viernes o el domingo.
18. Reza cada día durante la Cuaresma por las intenciones y la salud del Papa.
19. Reza cada día por tu obispo y por todos los obispos de la Iglesia Católica.
20. Reza por tus sacerdotes y diáconos y por todos los sacerdotes y diáconos.
21. Reza por los millones de cristianos que sufren persecución en varios países musulmanes y comunistas de todo el mundo, como Somalia, Nigeria, Siria, Irak, Indonesia, China, Vietnam y Corea del Norte. Reza por todas las personas que sufren discriminación por cualquier motivo.
22. Reza por la unidad de los cristianos, para que haya un solo rebaño y un solo pastor.
23. Reza por la evangelización de todos aquellos que aún no han escuchado y aceptado la Buena Nueva de Jesús.
24. Aquí tienes una gran idea para la Cuaresma: reza por tus enemigos. De hecho, piensa en la persona que más te ha herido o que más te molesta y dedica varios minutos cada día a agradecer a Dios por esa persona y pedirle que la bendiga.
25. Reza por el fin del aborto, y por las mujeres embarazadas que lo contemplan.
26. Reza durante la Cuaresma por países en dificultades como Afganistán, Siria, Irak, Ucrania, Tierra Santa y otros lugares.
27. Reza por el fin de la pena de muerte, por los condenados y por las familias de las víctimas de asesinato.
28. Encuentra una forma de ayuno cuaresmal. Algunos ayunan a pan y agua los miércoles y viernes. Otros ayunan sin consumir dulces o alcohol durante la Cuaresma. Algunos ayunan uno o más días a la semana, desde el desayuno hasta la cena, pasando la hora del almuerzo en oración o en la misa del mediodía. El dinero ahorrado debe donarse a algún apostolado o centro al servicio de los pobres física o espiritualmente.
29. Conoce a los Padres de la Iglesia y lee textos de ellos junto con las Escrituras.
30. Busca una biografía de un santo que te atraiga especialmente y léela durante el tiempo de Cuaresma. Si nunca la has leído, la novela histórica de Mark Twain sobre Santa Juana de Arco es fantástica.
31. En lugar de ver vídeos de entretenimiento, prueba con vídeos que enriquezcan tu vida espiritual.
32. Vuelve a centrarte en la persona de Jesús y lee todo lo que puedas sobre Él.
33. Encuentra un centro para personas sin hogar, un comedor o una casa para embarazos en riesgo y trabaja como voluntario durante algún tiempo de la Cuaresma.
34. Visita a alguien en una residencia de ancianos, en el hospital o enfermo en casa. Para así amar a Jesús a través de la persona que sufre.
35. ¿Hay alguna persona viuda o divorciada viviendo en tu barrio? Si es así, sería una gran idea invitar a esa persona a tu casa a cenar o tomar un café.
36. Vuelve a ver La Pasión de Cristo, de Mel Gibson.
37. Invita a tu casa a ver esta película a gente cuya fe es más bien nominal, o que no practica tu fe, o que no profesa la fe cristiana en absoluto.
38. Si estás casado, sería una excelente idea de Cuaresma pasar un tiempo especial y concentrado con tu cónyuge, fortaleciendo tu matrimonio. Reza con él o con ella de forma frecuente.
39. Dedica un tiempo importante a cada uno de tus hijos, hermanos o padres. Ya sea escuchar, rezar o incluso divertirte con ellos. La santidad no debe ser triste.
40. Cuando llegue la Pascua, ¡no abandones estas ideas y practícalas! ¡Hazlas una característica permanente de una vida cristiana más profunda y rica!