El tribunal que está juzgando los casos de aborto del doctor Carlos Morín en Barcelona no ha admitido como prueba el vídeo con cámara oculta que grabaron en 2006 periodistas de la televisión pública danesa.
El jurado admite que “el vídeo no es una prueba idónea en su forma de recogerse, porque vulnera el derecho a la intimidad”. A la acusación no le molesta especialmente porque con las declaraciones de la testigo protegida y las escuchas telefónicas de la Guardia Civil, autorizadas y muy detalladas, ya habría material suficiente para condenar al doctor.
De hecho, la querella contra Morín ha sido admitida a trámite y el tribunal ha rechazado las peticiones de la defensa de acabar con el juicio. A continuación, el doctor Morín se ha acogido "al derecho de no declarar más que a su propio abogado”, por lo que se niega a responder las preguntas de la acusación.
Pero, ¿qué había en ese vídeo? Es un documento que no tiene nada de secreto: se emitió en Dinamarca, en Francia y en TeleCinco.
Ofrecemos la transcripción de los diálogos más significativos en inglés entre los periodistas (uno era una chica embarazada de un bebé casi ochomesino) y el magnate del aborto.
La periodista danesa telefonea a Barcelona
- ¿Hola? -dice Morín
- Hola, ¿es usted un doctor?
- Sí, soy un doctor
- Llamo para hacerme un aborto.
-¿De qué país llama?
- De Dinamarca
- Por lo que me has contado estamos en la línea en que podemos ayudarte. Son 30 semanas, ¿no?
-Sí, 30 semanas. ¿Es eso un problema?
-No, no es un problema, pero necesitamos tenerte aquí cuanto antes.
La periodista, que está embarazada, acude a Barcelona, al despacho de Morín:
- ¿No es un problema que sea tan tarde? ¿Cuántas semanas eran, treinta? -pregunta ella
-Treinta y una coma tres -dice Morín
-¿No es eso un problema?
- Hay que tener más cuidado, pero no es un problema.
-Entonces, ¿es absolutamente seguro?
- ¿Para ti? Te lo prometo - dice Morín.
[...]
- ¿Cómo se hace?
- Es como un parto, pero inducido. Es un parto, pero no natural, sino artificial.
- Así, lo que hacemos es, primero, que deje de latir el corazón del feto -va detallando el abortista.
-¿Dentro?
-¿Dentro? Sí.
- ¿Y es seguro que cuando el bebé nace está muerto?
- Sí. Seguro al 300%.
- ¿Qué es lo se le da?
- Digoxina. Es lo que se pone cuando se tiene un ataque al corazón, pero en sobredosis.
-Esto es un formulario que tenemos que rellenar de todos los casos que vienen de Inglaterra, Holanda, Alemania...
- ... y Dinamarca -concluye la chica.
- ¿Por qué? -pregunta el acompañante cuando ella se aleja a rellenar el formulario.
- Porque, ya sabes, es arriesgado, ella tiene que estar convencida... hay complicaciones morales, religiosas...
- ¿Y los pacientes aquí vienen de todo el mundo?
-Sí, incluso de Australia
-Al padre del niño ya no lo veo más, simplemente no se quiere relacionar con el niño... -explica ella
-Y aquí estás... - añade Morín, con tono comprensivo
-Y aquí estoy... -dice ella.
-¿Test psicológico? - pregunta la embarazada
-Sí.
-¿Por qué?
-La única forma en que podemos hacer esto es demostrar que tú estás, o puedes estar, con ansiedad o depresión .... Porque la ley dice que si quieres un aborto es porque tienes un problema psicológico tan grande que entonces podemos ayudarte - explica Morín.
-O sea, que dices que tienes eso...
-Sí, es burocracia. [...] La ley en este país -explica Morín- dice que para abortar has de estar bajo un problema psicologico grave, y la forma de demostrarlo es con este test. ¿Seguro que quieres hacerlo?
-Sí -responde la chica.
-¿Tienes el dinero? -pregunta una secretaria
-Sí, pero no aquí, está en el hotel. ¿Cuánto cuesta?
- Cuatro mil euros
- Bueno, vamos al hotel a buscarlo y volvemos.
Pero cuando vuelven ya no viene la chica embarazada, sino su compañero periodista y un técnico con una cámara grande al hombro, que irrumpen en la clínica:
- ¿Hola? ¿Doctor Carlos? Soy de la TV Danesa, tengo preguntas para usted...
-¿Sí? Bienvenido.. -escenifica Morín.
-¿Esta haciendo abortos aquí? ¿Puedo ponerle un micro?
-La ley en España -explica Morín- dice que si tienes enfermedad mental o puedes tenerla, puedes ir a diversos psiquiatras, antes de intentarlo. Y así no hay límites. Esta chica ha ido a dos, y el segundo ha dicho que vaya a un tercero.
- ¿Y qué pasa con la moral?
- Es cosa suya, mía... usted tiene su moral, yo la mía...
- ¿Pero usted tiene moral?
- Eso lo tiene que decidir usted, yo ya sé lo que tengo.
- O sea, ¿que usted no puede entender que la gente critique lo que hace? -pregunta el periodista
- Lo que yo entiendo es que: uno, soy un profesional, un doctor. Dos, hablo varias lenguas. Tercero, soy mayor que usted. Cuarto, mis creencias son distintas a las suyas; usted piensa una cosa y yo otra. Eso es lo que nos diferencia.
[...]
-Algunos de los abortos que usted hace aquí son de fetos que podrían sobrevivir fuera del útero... -señala el danés
- Yo no soy un filósofo, no estoy aquí para preguntarme si un feto respiraría o no...
- Pero un poco de moral....
- Coja su moral y quédesela, que usted tiene la suya; yo la mía; no tengo nada que ver con la moral de usted -concluye Morín ya muy molesto.
- La entrevista ha terminado -dice Morín tras una llamada de teléfono.
- ¿Terminado? ¡Tengo más preguntas!
- No responderé.
- ¿Por qué?
- ¿No entiende usted? Terminado.
- Pero no entiendo por qué. ¡Sólo un par de preguntas más!
- ¿Podría llamarle con otras preguntas? -insiste el periodista
- Tengo mi moral. He de trabajar -responde Morín, ya en la puerta.
Pueden verse fragmentos del documental danés en YouTube, AQUÍ y con subtítulos en español en esta pieza de TeleCinco en YouTube, aquí.