Melissa Ohden fue uno de esos casos, en modo alguno aislados, de fetos que sobreviven al aborto. Son ya hasta 44.000 en Estados Unidos las personas con ese origen, según cifras oficiales.
Recientemente se ha llevado a la gran pantalla la historia de la más célebre de ellas, October Baby, basada en la vida de Gianna Jessen, que, narrada por ella misma, constituye uno de los documentos más estremecedores contra el aborto jamás conocidos.
También Melissa ha contado lo que le pasó a ella en numerosos foros. En 1977, cuando su madre estaba embarazada de siete meses, se sometió a un aborto por envenenamiento salino. El resultado fue que Melissa acabó viva en un cubo de la basura. Pero al salir, los pulmones de la niña se abrieron, y comenzó a llorar. Una enfermera la escuchó, y entonces los médicos que habían intentado matarla decidieron salvarle la vida.
Melissa fue adoptada, y no supo hasta los 14 años cómo había empezado su vida: "Eso cambió mi vida. Durante años me sentí increíblemente sola. Estaba llena de miedo. Luchaba contra la vergüenza, la ofuscación, incluso la culpa". Tras tras licenciarse en Trabajo Social y colaborar con grupos provida, en 2007 dio a conocer su caso para ayudar, prestando su testimonio, tanto a madres que están pensando abortar como a quienes ya lo han hecho y padecen el síndrome postaborto. Actualmente está casada y tiene dos hijos, el último de los cuales lo esperaba para mayo de este año.
Ha perdonado a su madre biológica, pero también confiesa que cada mañana, cuando suena el despertador y hay que afrontar otro día, recuerda siempre que por la "decisión" [choice, en inglés, la palabra tótem de los proabortistas en Estados Unidos] de alguien, ella no debía estar viva.
Y no olvida tampoco que Barack Obama votó hasta cuatro veces a favor de una ley que impediría a los médicos salvar la vida de los fetos que sobreviven al aborto. Una ley que habría impedido que Melissa o Gianna fuesen, como son, mujeres felices y valientes que ayudan con su propia historia a quienes vacilan.
Ahora Melissa se ha lanzado a la arena electoral con un vídeo de un minuto dirigido a plantear una cuestión a los electores norteamericanos: ¿es el actual presidente, Barack Obama, una persona idónea para liderar el país?
Ohden cuenta al principio su historia: "Fui abortada, y mi cuerpo descartado... como si no existera. Pero una enfermera me oyó llorar, y me cuidaron lo suficiente para salvar mi vida". Y dice luego: "Hay algo que tal vez usted no conozca. Cuando era senador en el Senado de Illinois, Barack Obama votó para negar los derechos constitucionales a los niños nacidos tras un aborto fallido. No una, sino cuatro veces".
Y lanza entonces una dramática pregunta ante el futuro del país: "Sé que hoy estoy viva por la gracia de Dios, y tal vez sólo para plantearle a Estados Unidos esta cuestión: ¿Es ese el tipo de liderazgo que nos hará avanzar? ¿Un liderazgo que desprecia a los más más indefensos y más débiles?".
El vídeo se ha convertido ya en un elemento de la campaña presidencial, donde la cuestión del aborto puede ser decisiva en inclinar definitivamente la balanza.