María Pitman, madre de siete hijos y nominada a "Mamá del Año" en Walmart de Canadá, cuenta con la particular característica de haber luchado contra el cáncer de seno y dio a luz a su séptimo hijo al mismo tiempo. María Pitman asegura que el doctor que la trató de su enfermedad quería que abortara a su hijo, pero ella y su esposo "sabíamos desde el principio que Dios no nos daría esta vida y luego nos pediría que la quitemos".
A María le diagnosticaron cáncer de seno al principio de su reciente embarazo. El doctor le dijo que, médicamente, "tenía sentido" abortar, porque haría que las pruebas y el tratamiento del cáncer más fáciles que si ella estuviera llevando al niño en el vientre. "Vinimos a casa ese día sabiendo que no podíamos tomar esa decisión, y que Dios no nos pediría que hagamos eso", dice.
Los médicos continuaron animando a María a que se abortara, incluso hasta el día anterior a que se realizó una mastectomía (extirpación del seno) completa, a las veinte semanas de embarazo. El día de la cirugía los médicos dejaron de preguntarle a María si quería un aborto, porque "se dieron cuenta de que no íbamos a cambiar de parecer".
Ese día, María y su esposo, Jeff Pitman, se enteraron que, tras una niña y cinco varones, tendrían otra mujercita. "Esas fueron las únicas lágrimas que solté ese día, por la alegría de que fuera una niña", explica. Después de la mastectomía, María sufrió tres sesiones de quimioterapia, entre las que ella dio a luz a su hija, Johannah, a las 36 semanas. La pequeña pesó 3 kilos 300 gramos.
María enfrentó una de sus más difíciles pruebas cuando, tras el nacimiento de Johannah, ella y su familia tuvieron que viajar tres horas desde su hogar en Yarmouth a Halifax, para una terapia de radiación que duró seis semanas, al tiempo que educaba en el hogar a cuatro de sus hijos. "Pensé que las cosas serían más fáciles (desde) que ya no estuviera embarazada", comenta, "pero las cosas se volvieron mucho peores".
María dice que ella le pedía a Dios "fuerza para salir de la cama y pasar más tiempo con los niños. El Señor proveyó y orquestó todo para nosotros por todo el año, especialmente llevando todas las personas correctas a nuestras vidas en el momento preciso", indica.
María encontró una particular fuerza en el pasaje de Mateo 21, 21-22, en el que dice "pero incluso si le dices a esta montaña ‘Quítate y arrójate al mar’, así se hará. Y todo cuanto pidas con fe en la oración, lo recibirás". "Dios era capaz de mover la ‘montaña del cáncer’ para nuestra familia", afirma.
Tras su batalla con el cáncer de seno, la hija de 17 años de María, Jocelyn, la nominó para el premio "Mamá del Año" de Walmart, que es una "celebración de las 9.2 millones de mamás canadienses que trabajan incansablemente cada día para proveer a su familia".
La ganadora recibirá 10,000 dólares en efectivo y se hará una donación de 100,000 dólares a la organización caritativa de su elección. La "Mamá del Año" también será recompensada con un "día para consentirla", una sesión fotográfica y una "gala especial con entrada de alfombra roja" en Toronto.
Si gana, María dará su donación a Camp Peniel, un campamento cristiano cercano donde su hija Jocelyn trabaja."Este campamento es sorprendente y está haciendo un fabuloso trabajo en llevar a Jesucristo a tantos, cada año" afirma. Las nominaciones culminaron el 8 de julio, pero los jueces tendrán que deliberar entre las 16,909 candidatas, y anunciarán a la ganadora "alrededor del 15 de agosto".