El pasado 10 de enero falleció a los 78 años James Sedlak, una de las figuras provida más destacadas en Estados Unidos durante las últimas décadas. Era el director ejecutivo de American Life League (ALL).
Su tenaz lucha contra la industria del aborto provocó que Planned Parenthood le considerara durante mucho tiempo su principal amenaza. “Estaban aterrorizados de él”, confiesa Abby Johnson, la gran activista provida que antes dirigió un centro de Planned Parenthood.
“En 1979, leí un libro llamado The Tiniest Humans. Era simplemente un libro absolutamente convincente sobre la humanidad del niño no nacido. Y eso es lo que me llevó al movimiento provida”, contó en una ocasión Sedlak
Sedlak no solo se unió al movimiento provida, sino que se convirtió en una de las fuerzas impulsoras de la lucha contra el aborto en todo el mundo. Según la fundadora de ALL, Judie Brown, Sedlak era el "enemigo número 1 del mal en Estados Unidos".
Tal y como recoge LifeSiteNews, Abby Johnson afirma que “cuando trabajé en Planned Parenthood, su mayor amenaza era un hombre humilde llamado Jim Sedlak”.
Por su parte, Gualberto García Jones, vicepresidente de LifeSiteNews, que trabajó con Sedlak varios años en ALL, señala que “antes de que David Daleiden expusiera el tráfico de partes de bebés abortados por parte de Planned Parenthood, Jim Sedlak había estado exponiendo la infiltración de Planned Parenthood en las escuelas y la tesorería del gobierno”.
Durante años se esforzó en luchar contra Planned Parenthood y sus numerosos abortorios
“No creo que el trabajo de responsabilizar a Planned Parenthood hubiera sido posible sin la dedicación de Jim Sedlak. Sin duda, ha salvado muchas vidas a través de su trabajo y espero que ahora esté disfrutando de su recompensa en el cielo”, agrega.
“A Sedlak le apasionaba detener la influencia de Planned Parenthood en los programas escolares de educación sexual, así como acabar con su capacidad de enraizarse en las comunidades locales”, escribió Carole Novielli de LiveAction.
“Su objetivo inicialmente era detener a Planned Parenthood en su propia comunidad, pero a medida que los defensores de la vida se enteraron de su éxito, esa misión rápidamente se convirtió en una misión nacional y, finalmente, internacional”, añade esta activista.
“Desde el primer momento en que hablé con Jim en 1986, no hubo duda de que era un experto en las formas en que las personas en los movimientos de base podrían ser más eficaces para luchar contra Planned Parenthood”, escribió la fundadora y presidenta de ALL, Judie Brown.
“Jim era un católico fiel que tenía una devoción increíble por la Santísima Madre. Enseñó a todos los que lo conocieron el valor de permanecer cerca de Nuestra Señora y su amado Hijo, y no lo hizo con palabras, sino con el ejemplo”, escribió Brown. “Creo que esta es la razón principal por la que fue tan eficaz en la lucha contra el veneno de Planned Parenthood entre nosotros”.
“Planned Parenthood temía a Jim Sedlak, y con razón”, dijo. “Al igual que San Atanasio, Jim peleó la buena batalla y defendió la verdad en todo momento. Lo hizo con sincera convicción y con un estremecimiento lleno de hechos, fe y fortaleza porque se vistió de la armadura de Dios sin disculpas. Fue uno de los más grandes soldados en nuestra lucha”.