Recientes investigaciones permitieron dar a conocer que un biólogo inglés es el padre de unas 600 personas que él mismo ayudó a concebir en su clínica de fertilidad ubicada en Londres (Inglaterra).
El periódico Daily Mail publicó la historia de Bertold Wiesner, que fundó junto a su esposa la Dra. Mary Barton una clínica de fertilidad en la que concibieron unas 1500 personas entre los años 40’s y 60’s.
Barton destruyó todos los registros médicos de esos años, lo que hace casi imposible que la gran mayoría de los que fueron concebidos allí con la técnica de la fecundación in vitro, no tengan ahora idea de sus lazos de parentesco. Sin embargo, eso no impidió que dos hombres descubrieran sus raíces, luego de una investigación que incluyó la prueba de ADN.
El abogado David Gollancz, uno de ellos, considera que Wiesner hacía un aproximado de 20 donaciones de semen al año, por lo que calcula que sus hijos serían entre 300 y 600.
Cuando tenía 12 años, en 1965, Gollancz supo que había sido concebido por fecundación in vitro, pero hasta ahora no tenía idea sobre su padre. Cuando lo supo, pudo contactarse con 11 de sus medios hermanos, incluyendo al productor de documentales Barry Stevens, quien lideró la investigación sobre la clínica.
Gollancz afirma que tiene sentimientos encontrados sobre su inusual historia familiar. "Es algo incómodo, ya que la inseminación artificial se desarrolló a escala industrial para el ganado y no me gusta el sentimiento de haber sido ‘producido’".
"Sin embargo, conocer a mis medios hermanos, a los que he buscado, ha sido una experiencia enriquecedora. Esto también en parte lo hace frustrante porque sé que hay muchos otros en el mundo a los que no conozco y me gustaría conocer. Me encantaría poder alquilar un lugar enorme para invitarlos a todos a una fiesta".
El Daily Mail señala que los esposos solían usar a sus amigos más cercanos como donantes y que la escasez de los mismos llevó a Wiesner a ser el donante en la mayoría de los casos.
Los exámenes de ADN realizados en el año 2007 a 18 personas concebidas entre 1943 y 1962 revelaron que 12 de ellas eran hijos de Wiesner.
En 1959, la Dra. Barton le dijo a un foro del gobierno sobre inseminación artificial que "no aceptaría a un donante a menos que fuera, por lo menos, superior al promedio. Si vas a hacer eso (concebir in vitro a un bebé) tienes que poner los estándares más altos que lo normal".
Wiesner falleció en 1972 mientras que su esposa murió en 2001.
Gollancz hace parte de una campaña que busca detener la fecundación in vitro con donantes anónimos, lo que requiere algunos cambios en la ley. "Me gustaría ver los certificados de nacimiento con los nombres del donante de esperma o de la donante del óvulo", indicó.
"Muchos padres no le dicen a sus hijos que han sido concebidos de esta forma y por ello nunca buscarán a su padre biológico. La gente tiene el derecho de conocer su historia", aseguró.
La doctrina católica se opone a la fecundación in vitro por dos razones primordiales: primero, porque se trata de un procedimiento contrario al orden natural de la sexualidad que atenta contra la dignidad de los esposos y del matrimonio; segundo, porque la técnica supone la eliminación de seres humanos en estado embrionario tanto fuera como dentro del vientre materno, implicando varios abortos en cada proceso.