Cristine Kehoe es del Partido Demócrata y miembro del Senado de California, y una de las más firmes representantes del abortismo en ese estado norteamericano.
En California, como en todo el país, el aborto es legal, pero sólo pueden practicarlo médicos, y eso, a su juicio (y de Planned Parenthood, que la apoya), implica una limitación que hay que suprimir.
Por eso Kehoe ha preparado un informe a la cámara buscando respaldo a una iniciativa legal que considere los abortos por aspiración, que se realizan sobre todo en el primer trimestre de embarazo, como "procedimientos no quirúrgicos", para que de este modo no sea legalmente necesario que lo practique un médico.
Se trata de facilitar la muerte del inocente a toda costa: "Esta medida", explica la senadora en su informe, "mejorará el acceso de la mujer al aborto temprano, en primer lugar aumentando el número de proveedores de aborto no quirúrgico, y en segundo lugar aumentando la posibilidad de los pacientes de recibir salud reproductiva segura y barata de personas a las que ya conocen y en quienes confían. Esta ley es necesaria porque la falta de acceso a servicios de aborto en muchos condados de California obliga a las mujeres a recorrer distancias significativas para hacerlo".
De este modo, : si entonces, decían, había que legalizar el aborto para que lo practicasen médicos, ahora hay que permitir que lo practiquen no-médicos para que siga siendo legal. Todo con tal de extender la cultura de la muerte.