El consistorio de la ciudad de Roma ha creado una iniciativa original que tenía mucha demanda: dar luz verde a un camposanto para dar sepultura a los fetos muertos por abortos naturales o violentos.
La iniciativa ha sido promovida por la consejería de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Roma y por la empresa Ama, dedicada a la recogida de residuos en los hospitales.
El camposanto está dentro del cementerio de Laurentino, uno de los más grandes de Roma, y tiene un espacio reservado de 600 metros. Se encuentra justo enfrente de la zona reservada para los niños que murieron a temprana edad.
Sveva Belviso, teniente-alcalde de Roma señala que "el nuevo camposanto responde a las demandas de quienes quieren asegurar al propio niño no nacido una sepultura". Además, se podrá celebrar un funeral en el llamado "El Jardín de los Ángeles", que es como han bautizado a este moderno camposanto.
Belviso manifiesta que "el cementerio es un homenaje a todos esos hijos no nacidos y a sus padres, y será un oasis de paz y tranquilidad que respetará los diversos sentimientos de cada uno".
En el mes de julio pasado se inaguró un camposanto para fetos, muy parecido al de Roma.
La iniciativa partió de la asociación Defender la vida con María, y ha contado con el apoyo del alcalde de la ciudad y del obispo de la diócesis.
También en Milán hay un camposanto para fetos desde hace tres años. En Lombardía tiene una reglamentación que obliga a enterrar todos los embriones. En 2009 fueron enterrados la cifra de 4.800 fetos en pequeñas lápidas, reconocibles gracias a un código.