Después de varios meses en los que mantuvieron oculta a los medios de comunicación en inglés su iniciativa, los organizadores de una masiva campaña pro-vida entre los ciudadanos polacos, le han hecho saber ahora a Lifesitenews-LSN/Notifam que los parlamentarios en el país están preparando para esta semana una votación para la aprobación de un histórico proyecto de ley en el que se consagraría la protección total de los niños en el vientre materno desde la concepción.
Los organizadores le dijeron a LSN que ellos habían estado preocupados, de que si la noticia se hubiese difundido en el mundo de habla en inglés, las fuerzas pro-aborto del extranjero hubiesen destinado dinero para combatir los esfuerzos de los ciudadanos.
Para lograr la prohibición total del aborto ante el Parlamento bajo el actual sistema político de Polonia, los defensores necesitaban recolectar 100,000 firmas en tres meses. Ellos obtuvieron 600,000 en dos semanas.
El proyecto de ley, que tuvo una primera lectura en el ‘Sejm’ (la cámara baja) el jueves de esta semana, es el resultado de una masiva iniciativa nacional, lanzada por la Fundación PRO de Varsovia, y apoyada por los obispos del país, y por un recién formado comité parlamentario pro-vida.
El aborto fue inicialmente impuesto en el pueblo de Polonia, profundamente católico, luego que los tanques militares de Hitler invadieron el país hace 70 años. Pero luego de la desaparición de los nazis, vinieron sus sucesores soviéticos y su campaña estatal a favor del aborto por petición que duró décadas.
“Este proyecto constituye una oportunidad para finalmente rechazar la herencia del nazismo y del comunismo con que llegó el aborto a Polonia en primera instancia”, le dijo Jacek Sapa de la Fundación PRO a LSN. “Fueron Hitler y Stalin quienes le impusieron esto a los polacos, y ya es hora de que nos disociemos claramente de estas ideologías mortales”.
“La Iglesia claramente enseña que es la obligación de los católicos de no proteger el ‘compromiso’ actual, sino de lograr una completa protección de la vida”, dijo el cardenal Stanislaw Dziwisz, quien fuera secretario personal del Beato Juan Pablo II, en una entrevista concedida a Gosc Niedzielny, el periódico comentarista semanal más grande en Polonia. “Esto constituye una solución, a lo que llama la Iglesia. Yo apoyo todos los esfuerzos dirigidos en ampliar la protección para la vida humana.
Desde que los comunistas fueron derrocados en 1989, Polonia se ha esforzado en restaurar su herencia cultural y religiosa. Como parte de este proyecto, en 1993, el país aprobó una de las leyes de aborto más restrictivas en el hemisferio occidental. Desde entonces, la tasa de abortos ha caído dramáticamente, con una data del Ministerio de la Salud que muestra una disminución de 82,000 abortos en 1989 a cerca de 500 en 2008.
Bajo la ley actual, sólo se puede obtener un aborto cuando el niño es diagnosticado con un defecto o enfermedad grave, cuando la madre es diagnosticada con un problema de salud, o cuando el embarazo surge como resultado de “un acto ilícito”.
Sin embargo, la ley y sus causales para la despenalización a menudo son abusadas por los médicos a favor del aborto. Un ‘defecto’ puede ser algo tan ínfimo como un paladar hendido. Y aunque se supone que los abortos solamente pueden practicarse hasta llegar al punto de viabilidad, o cerca de las 24 semanas, en la práctica, los médicos dan fechas inexactas. Además, a pesar de que se entendería que los embarazos que surgen como resultado de “unos actos ilícitos”, se refieren a los casos de violación o incesto, la misma causal también es usada para referirse a los embarazos de adolescentes, basado en que la ley prohíbe la relación sexual con una persona menor de 15 años de edad.
Aunque los abortos bajo estas causales se practican sin una penalidad impuesta, lo que a menudo queda en el olvido es que, aún bajo la ley presente, el aborto es “ilegal” en todo momento en Polonia. La ley meramente dice que, bajo las causales mencionadas, los abortos “no son punibles”.
El proyecto de ley de la ciudadanía de la Fundación PRO, consiste de un primer intento de institucionalizar una prohibición total del aborto, desde que la ley actual fue aprobada en 1993. El proyecto de ley eliminaría todas las tres causales despenalizadoras en la ley de aborto, y aplicando las presentes penalidades en todos los casos.
Según la ley, los médicos que son arrestados en los momentos en que practican los abortos ilícitos, enfrentarían hasta 3 años de encarcelamiento, o hasta 8 años del mismo si el niño estaba viable. Las mismas penalidades le serían aplicables a toda persona que presione una mujer para que aborte, o que la ayude a obtenerlo. La madre no enfrentará cargos.
El proyecto de ley será debatido en el ‘Sejm’ con una primera lectura el jueves, con un voto que decidirá su destino el jueves o el viernes. Si el mismo obtiene un 50% más un voto, entonces será enviado a un comité para su consideración, y luego, de regreso al ‘Sejm’ para un segundo voto, y luego un tercer voto. Entonces será enviado al Senado para una votación, y de ser aprobado, el presidente del país tiene que decidir si la firmará para que se convierta en ley. Si no la firma, entonces el Parlamento necesitará apoyar la medida legislativa con dos terceras partes de sus miembros, para poder anular el veto.
Sapa dijo que el proyecto de ley tiene una oportunidad “real” de ser aprobada, y comentó a su vez que el 90% de los parlamentarios son católicos quienes tienen un interés en aparecer que están del lado de la Iglesia. “Los políticos opuestos a esta ley pro-vida abiertamente se arriesgan en desafiar la Iglesia y esto no paga”, él explicó. “Los polacos constituyen todavía una nación católica, y a menudo los políticos buscan presentarse como católicos fieles durante las campañas electorales para ganar popularidad”.
“Un voto a favor del aborto desmentiría su imagen pública de católico”, él añadió.
En 2007, en un esfuerzo para consagrar “el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural” en la constitución polaca, la medida obtuvo el apoyo de 60% de los parlamentarios, pero fracasó porque se necesitaban dos tercios de la misma. Esa enmienda, sin embargo, no hubiese tenido el efecto inmediato de eliminar las causales despenalizadoras para el aborto.
La conferencia de obispos polacos ha realizado una campaña para obtener la aprobación del proyecto de ley por medio de cartas enviadas a los líderes políticos, unas declaraciones públicas, y unos esfuerzos para movilizar a los fieles para que hagan oración y cabildeo.
En una carta firmada por el Obispo Kazimierz Gorny, presidente del consejo para la familia de los obispos, ellos les dijeron a los líderes políticos que “el destino de esta nación está en sus manos”. “(Actúen) de modo que cada niño concebido – saludable o enfermo – cuente con el derecho a la vida, sin excepción, y sin que se vea amenazado por la ley que permita su matanza”, ellos señalaron por escrito.
“Tenemos que detener esta oleada de matanzas en los hospitales polacos. Tenemos que elaborar una ley de tal forma en la que claramente se entienda que el derecho a la vida pertenece a cada niño, incluyendo a los niños enfermos”, según dijo la semana pasada el Arzobispo Stanislaw Gadecki, Arzobispo Metropolitano de Poznan.
Bogumil Lozinski de Gosc Niedzielny, el periódico católico más grande de la nación, dijo que el esfuerzo a nivel del pueblo ha movilizado, no solamente al público en general, sino también a los líderes políticos pro-vida. “Uno de los más grandes efectos de todo este debate es que un grupo para la protección de la vida ha sido formado dentro del parlamento”, él señaló por escrito. “Los parlamentarios que la formaron dicen abiertamente que su meta principal es la de obtener la aprobación de este proyecto de ley y de animar a sus colegas para que voten por el mismo”.
Este comité parlamentario pro-vida cuenta con miembros de casi todos los partidos políticos, excepto de la Alianza Democrática de Izquierda que es pro-aborto y comunista. Uno de los miembros fundadores es Jacek Zalek del partido gobernante, la Plataforma Cívica.
“La defensa de la vida y la dignidad del pueblo es una obligación en cada sociedad, lo que no es cuestión de religión”, señaló Zalek por escrito en el periódico principal diario, Rzeczpospolita. “Uno no tiene que ser un creyente para poder distinguir entre el bien y el mal. La afirmación del valor de la vida es el resultado de la ley natural, y va más allá de la competencia política entre los partidos”.
Mariusz Dzierzawski, de la Fundación PRO, le dijo a LSN que la campaña ha quedado reforzada con un gran cambio cultural a favor de la vida en los últimos años, con los polacos ahora fuertemente a favor de la plena protección para los concebidos. El cambio, él dice, se debe a “los esfuerzos inexorables” de los grupos pro-vida, los cuales han organizado exhibiciones, manifestaciones, y otras campañas para educar al pueblo.
Una encuesta fechada el 3 de junio mostró que los polacos están de acuerdo de que la ley “incondicionalmente debe de proteger la vida de todos los niños desde la concepción”. Solamente el 23% apoyó los abortos en los casos en que los niños concebidos de 24 semanas o menos habían sido diagnosticados con “una enfermedad grave”.
De modo significativo, el 76% de aquellos entre las edades de 15 a 24 años de edad querían una protección total para los concebidos – la mayoría más grande de cualquier otro grupo por edad. El nivel de menor apoyo vino del grupo entre las edades de 55 a 70 años de edad, pero habiendo todavía un 57% a favor de una protección total.
Jaroslaw Kniolek de la Fundación PRO comentó que esta generación de edad avanzada fue la que vivió bajo los comunistas, cuando el aborto era rampante y fue impuesta en la cultura. “Los jóvenes, por otro lado, no solamente poseen el conocimiento de los datos sobre el aborto, sino que son unos ejemplos maravillosos, especialmente los jóvenes católicos de ‘la generación de JP2 (Juan Pablo II)’”, él dijo.
En 2005, hace sólo seis años, la compañía de encuestas CBOS halló que el 57% de los polacos estarían de acuerdos con los abortos durante las primeras semanas de embarazo, mientras que sólo el 36% estaba en contra de los mismos. Ya para 2009, ellos hallaron que sólo el 31% estaba de acuerdo con los abortos, mientras que el 64% estaba en contra. Entonces, en los comienzos de este año, su encuesta mostró que el 85% de los ciudadanos polacos se auto identificaban como pro-vida, mientras que el 9% apoyaba el acceso al aborto.
“Ahora contamos con una gran base social para un cambio en la ley, y nosotros vamos a cambiar la ley para que sea a favor de la vida”, dijo Dzierzawski. “Aún de no suceder este año, sí habrá de suceder en los años venideros”.