Manuel Martínez-Sellés, jefe de cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, es el nuevo presidente del Colegio de Médicos de Madrid, tras arrasar en las elecciones con el 52 por ciento de los 6.189 sufragios emitidos (las otras candidaturas obtuvieron el 31%, el 12% y el 5%).
Es católico practicante, casado y padre de 8 hijos y tiene un Máster de Pastoral Familiar por el Instituto Juan Pablo II, con una tesina sobre la eutanasia. Publicó recientemente el libro Eutanasia, un análisis a la luz de la ciencia y la antropología (Rialp), con argumentos médicos, científicos y éticos contra provocar la muerte a los pacientes, aunque lo pidan.
Además, es una de los cien personalidades firmantes del manifiesto Eliminar el sufrimiento sí, pero eliminar al que sufre no , que se ha presentado esta semana.
Ahora, entrevistado por José Calderero en Alfa y Omega, revela que la militancia pro-eutanasia del anterior presidente molestó a muchos médicos y pudo ser uno de los factores que movió el voto de los colegiados de Madrid.
Miguel Ángel Sánchez Chillón, presidente saliente del Colegio de Médicos de Madrid, hizo militancia a favor de la eutanasia y eso molestó a muchos médicos; la Asociación Médica Mundial en 2019 se reafirmó en su oposición a la eutanasia, que no es un acto médico
"Muchos médicos dijimos: basta ya"
"Que el presidente saliente se posicionara a favor de la eutanasia y que, además, se intentara decir que los colegiados de Madrid tenían esta misma opinión –presentando una pseudoencuesta chapucera y sesgada– fue el motivo fundamental por el que muchos dijimos: «Basta ya. Hay que modificar la forma como se están haciendo las cosas en el colegio». Muchos compañeros, como es mi caso, nos sentimos engañados", explica el prestigioso cardiólogo a Alfa y Omega.
(Sobre encuestas chapuceras, tramposas o simplemente mal diseñadas en el tema de la eutanasia, léase este artículo de ReL)
Martínez-Sellés está convencido de que "la gran mayoría de los médicos tienen una opinión contraria a la eutanasia. Hay que tener en cuenta que, en el juramento hipocrático, todos juramos el no hacer daño de forma intencionada a nuestros pacientes".
Como médico está convencido de que si se aprueba la ley de eutanasia que propone el actual Gobierno de PSOE-Podemos "destruirá la relación médico-paciente y generará una desconfianza enorme en todo el sistema sanitario. Se va a hacer un daño irreparable. Y es muy inoportuna, con todo lo que estamos viviendo a causa del coronavirus. Además, no hay ningún tipo de demanda social para el tema de la eutanasia. Es más un tema ideológico que, encima, se ha intentado asociar –de forma inadecuada– a políticas de izquierda o progresistas".
Los cuidados paliativos deberían multiplicarse por 3
Denuncia que los cuidados paliativos, que son éticos y necesarios, no están siendo atendidos por los políticos. "Se recomiendan dos servicios de este tipo por cada 100.000 habitantes y nosotros no llegamos ni a la mitad: tenemos 0,6. Me parece preocupante, porque esta cifra indica que no estamos tratando de forma adecuada los síntomas de quienes están en los últimos meses de vida. Sin embargo, en vez de implementar medidas que permitan dar cuidados paliativos a estos pacientes, lo que se va a hacer es legalizar la eutanasia para matarlos. Es cruel", protesta.
Coronavirus: ¿por qué no hay comité de expertos asesorando al Gobierno?
Y preguntado sobre la lucha contra el coronavirus en España, donde ya se acepta que hay una segunda ola de contagios y muertes, responde: "Creo que nadie cuestiona que se ha actuado tarde y, en algunos cosas, de forma inadecuada. Es muy extraño que finalmente no haya un comité de expertos asesorando al Gobierno, lo que hubiera limitado mucho las probabilidades de error. En cualquier caso, haría un llamamiento a despolitizar la pandemia".