Según ha dado a conocer este viernes la archidiócesis de Luibliana (Eslovenia), el Dicasterio para las Instituciones de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica disolvió el pasado 20 de octubre la Comunidad Loyola, decisión que fue comunicada a las hermanas el 14 de diciembre por el padre Amedeo Cencini y la hermana Marisa Adami, actuales ejecutores vaticanos para el caso. Las religiosas que, por residir fuera del país, no acudieron personalmente a la archidiócesis se conectaron on line para conocer el decreto de disolución, que deberá hacerse efectiva en el plazo de un año.
El arzobispado de Luibliana explica que en 2019, el arzobispo Stanislav Zore realizó una visita a la Comunidad de cuyos resultados informó al dicasterio en febrero de 2020. Como la casa general está en Roma, su informe fue remitido a la diócesis del Papa, la cual nombró un comisario, el obispo auxiliar y jesuita Daniele Libanori. En septiembre de 2022, monseñor Libanori envió sus conclusiones al Dicasterio de Vida Consagrada. Pasado un año, el 20 de octubre, se decretó la disolución por haber encontrado "graves problemas relativos al ejercicio de la autoridad y al modo de vida comunitaria".
Bajo investigación
La Comunidad Loyola fue fundada en los años 80 por la hermana Ivanka Hosta y por el entonces jesuita Marko Rupnik y reconocida en 1994. Buena parte de los abusos de los que está acusado el sacerdote y artista habrían tenido como víctimas a religiosas de este instituto, de donde partieron las primeras denuncias contra él.
Rupnik dejó de ser su capellán en 1993 y se trasladó a Roma junto con parte de las hermanas. Allí fundó el Centro Aletti, una escuela de arte y teología donde también se ha denunciado que cometió abusos. El pasado 18 de septiembre, el vicariato papal declaró que actualmente en el Centro Aletti "existe una sana vida comunitaria sin problemas particulares".
El padre Rupnik, expulsado de la Compañía de Jesús el 15 de junio, está incardinado desde agosto en la diócesis eslovena de Koper. El 27 de octubre el Papa pidió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, ahora dirigida por el cardenal Víctor Manuel Fernández, que revisase en su integridad el caso Rupnik.
En cuanto a la hermana Hosta, superiora general de la Comunidad Loyola desde 1994, tras ser investigada fue apartada del gobierno el pasado mes de junio y no puede contactar con ninguna hermana actual o anterior durante tres año.