La Santa Sede acaba de anunciar que el español Alberto Ortega Martín, que desde 2019 era el Nuncio del Papa en Chile, pasa ahora a ser Nuncio en Venezuela.
Así, Alberto Ortega fortalece su reputación de ser un hombre para "contextos complicados", por no decir directamente crisis. Antes de Chile, sus destinos fueron las sufridas iglesias de Jordania y de Irak.
Madrileño nacido en 1962, Alberto Ortega fue ordenado sacerdote en 1990, es licenciado en Derecho Canónico y habla inglés, francés e italiano. Cercano a la espiritualidad de Comunión y Liberación, ingresó en el servicio diplomático vaticano en 1997 y empezó sirviendo en las nunciaturas de Nicaragua, Sudáfrica y Líbano.
Alberto Ortega tiene un hermano sacerdote en España, Javier Ortega, que es delegado de apostolado seglar de la diócesis de Alcalá de Henares.
En Irak durante la guerra contra Daesh
En 2015 Alberto Ortega fue nombrado arzobispo (sede titular de Midila, una diócesis desaparecida en Argelia) y enviado como nuncio a Jordania e Irak, hasta 2019. En 2015 Estado Islámico quemaba prisioneros jordanos en una jaula y lo retransmitía al mundo entero. Jordania respondía ejecutando yihadistas. Ese año Rusia entraba en Siria contra Daesh. Los refugiados sirios e iraquíes inundaron las parroquias de Jordania, y muchos siguen allí hoy.
En 2017 se declaraba la derrota de Estado Islámico en Siria e Irak y los cristianos intentaron reconstruir lo que podían y volver a sus tierras, no siempre con éxito. Como signo de esperanza, Ortega vio la puesta en marcha desde diciembre de 2015 de la Universidad Católica de Erbil, en Kurdistán, con ayuda de los obispos italianos, una universidad católica libanesa y más entidades.
Al Chile sacudido por los escándalos
En agosto de 2019 el Papa trasladó al Nuncio Ivo Scapolo de Chile a Portugal, y Alberto Ortega fue enviado a Chile, donde la Iglesia atravesaba momentos especialmente malos.
Los escándalos sexuales en el clero, el hundimiento de figuras que se habían presentado como ejemplares como Fernando Karadima (expulsado del sacerdocio por el Papa en septiembre de 2018, murió en 2021) y el encubrimiento e ineficacia de los obispos hundieron el prestigio de la Iglesia. En mayo de 2018 los 34 obispos de Chile acudieron a Roma y pusieron sus cargos a disposición del Papa declarando su "dolor y vergüenza".
Según la Encuesta Bicentenario UC (septiembre 2019) sólo un 26% de chilenos tenían una visión positiva de la Iglesia Católica, y sólo un 9% la tenía de los obispos y sacerdotes; ya sólo un 45% de chilenos declaraban ser católicos (aunque son cifras matizables, como señalamos en ReL).
El 18 de octubre de 2019, al poco de llegar el nuevo Nuncio, un estallido de violencia condujo a elementos anarquistas y antirreligiosos a atacar numerosas iglesias en distintas ciudades, incidentes violentos que se repetirían en otras ocasiones. Encapuchados con palos atacaron una marcha de familias cristianas por las calles, otros atacaron el templo de San Francisco de Borja, otro grupo en 2019 la catedral de Valparaíso... Ese fue el Chile en el que ha trabajado durante casi 5 años el Nuncio Ortega.
Manifestantes queman en 2018 la entrada de la iglesia de la Veracruz, situada en el barrio Lastarria de Santiago y declarada monumento histórico en 1983.
Una Venezuela hundida ¡que hace elecciones este verano!
Ahora Ortega es enviado a Venezuela. Según datos de 2023, el 52% de los venezolanos viven en pobreza extrema en un país que es rico por su petróleo y recursos naturales. En el ránking de países corruptos en 2023 que elabora Transparencia Internacional, Venezuela está en cabeza (empatada con Siria y Sudán del Sur).
Este año hay elecciones: el 28 de julio de 2024, día de cumpleaños del difunto mandatario Hugo Chávez. Ya en junio de 2023 el régimen de Nicolás Maduro inhabilitó a la principal precandidata de la oposición, María Corina Machado, en una maniobra condenada por la Organización de Estados Americanos, el Europarlamento y numerosos países (Paraguay, Uruguay, Ecuador, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Chile, Canadá, Francia y México).
El presidente de la Asamblea Nacional oficialista, Jorge Rodríguez, en julio de 2023 que el gobierno venezolano no permitirá una misión de observación electoral de la Unión Europea. En este contexto de aislamiento internacional y bloqueo a observadores internacionales, la llegada de un nuevo Nuncio vaticano (y español) en Venezuela abre nuevos escenarios.
La Santa Sede siempre muestra interés por la situación venezolana. Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano y supervisor de toda su diplomacia internacional, fue Nuncio en Venezuela desde 2009 hasta 2013, cuando Francisco le llamó a Roma, y conoce bien el margen de acción posible en el país... y el hombre que necesita Roma y la Iglesia allí en año electoral.
Pero recordemos el punto de partida que el mandatario Maduro declaró al periodista Jordi Évole en 2017: "En Venezuela todo lo vinculado a la Iglesia Católica está contaminado, envenenado por una visión contrarrevolucionaria y de conspiración permanente". El trabajo que espera a Ortega va a ser muy complicado.