El Óbolo de San Pedro es un donativo directo que se recoge por todo el mundo y que los fieles entregan para que el Papa lo use en obras de caridad de su elección. Sin embargo, en los últimos años, cada vez es menos lo que se recoge en el Óbolo de San Pedro.
Los datos de 2021 y 2020 registran grandes descensos, aunque se dan en el marco de la pandemia de coronavirus. Pero ya antes de la pandemia se notaba un fuerte descenso.
Este 28 de enero comentó los datos el jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves, que desde 2019 es el prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede.
En una entrevista concedida a VaticanNews señaló que, aunque aún faltan datos de algunos países, “en 2021 se ha vuelto a experimentar un descenso respecto al año anterior que me atrevo a cuantificar en no menor del 15%".
"Si en 2020 la colecta total del Óbolo fue de 44 millones de euros [49 millones de dólares aproximadamente], en 2021 no creo que supere los 37 millones de euros [41 millones de dólares aproximadamente]. La disminución de 2021 se suma a la que hubo entre 2015 y 2019, del 23%, y del 18% de 2020, primer año de pandemia”, dijo. En 2019 recaudó 53 millones de euros.
Una institución desde el siglo VIII
La Santa Sede explica que el origen del Óbolo de San Pedro se data a finales del siglo VIII , cuando se convierten los anglos y sajones en Britania, quienes decidieron establecer una contribución anual al Santo Padre en Roma.
La colecta se llamó “Denarius Sancti Petri” (Limosna a San Pedro) y se difundió en el resto de países europeos. El 5 de agosto de 1871 el Papa Pío IX la regularizó a través de la encíclica “Saepe Venerabilis”.
El dinero recaudado se dedica a obras de caridad, por lo general en países pobres (las enumera y describe la web del Óbolo de San Pedro AQUÍ).
Juan Antonio Guerrero explica que la Secretaría para la Economía vaticana se esfuerza en ofrecer cada vez más transparencia y en rendir cuentas con limpieza, "en lo que creo que hemos dado muchos pasos”.
"Este año esperamos dar cuenta de las entradas y salidas del Óbolo y enviar a las Conferencias Episcopales para su conocimiento las cuentas de la Santa Sede", anuncia.
“Hay una gran diferencia en el compromiso de las diversas Iglesias en el sostenimiento de la curia Romana. Y también atraer la ayuda de los fieles, que quieran apoyar al Papa en su misión de unidad en la caridad, que es al fin y al cabo lo que hace la curia Romana”, señaló.
El polémico edificio de Londres
En la entrevista, el jesuita español también comenta el caso de la compra de un edificio en Sloane Avenue, en Londres, que está en el centro de un juicio por asuntos financieros que se realiza en los tribunales vaticanos.
“Ha sido una operación realizada con toda trasparencia y según las nuevas reglas de contratos vaticanos. Se contrató un bróker en Londres y una firma de abogados, ambos en un concurso restringido, además de una persona de confianza en Londres para acompañar el proceso y representar nuestros intereses, y el proceso ha sido acompañado por un equipo de la Santa Sede con alguna ayuda profesional externa desde Roma”, afirmó.
Después, el P. Guerrero dijo que “se recibieron 16 ofertas, se seleccionaron cuatro, después de una segunda ronda de ofertas se seleccionó la mejor. Ya está firmado el contrato de venta, hemos recibido el 10% de las arras y se concluirá en junio de 2022”.
De este modo, el sacerdote afirmó que “la pérdida por la presunta estafa, de la que tanto se ha hablado y sobre la que ahora juzgan los tribunales vaticanos, ya estaba considerada en balance. El edificio ha sido vendido por encima de la valoración que teníamos en balance y de la valoración que hicieron las instituciones especializadas… Hemos aprendido mucho unos de otros y hemos encontrado un método de trabajo de equipo que no era muy practicado en la Santa Sede y que ayuda”.
Una explicación del Óbolo de San Pedro por Rome Reports en 2021