El cardenal Kurt Koch es presidente tanto del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos como de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo. El Papa Francisco se ha reunido con él y le ha pedido que escriba a las autoridades religiosas judías que se inquietaron con su catequesis del 11 de agosto sobre las frases de San Pablo en Gálatas 3, 19-22, cuando Pablo dice que la Ley (la Torá, en hebreo) no salva al hombre.
Tras esa catequesis pública del Papa, el rabino Rasson Arussi, Presidente de la Comisión del Gran Rabinato de Israel para el Diálogo con la Santa Sede pidió aclaraciones al cardenal Koch. También el rabino David Fox Sandmel, de la Liga Antidifamación, con sede en Nueva York, escribió en el mismo sentido a Koch.
El Papa, en su catequesis, dijo que la Ley "no es la base de la Alianza porque vino después, era necesaria y justa, pero antes estaba la promesa, la Alianza". Y añadió: "La Ley, sin embargo, no da la vida, no ofrece el cumplimiento de la promesa, porque no está en condiciones de cumplirla. Es un camino que te lleva hacia el encuentro".
Koch les ha respondido por carta detallando que ha consultado con el Pontífice y que escribe por encargo del Papa.
"El Papa no menciona al judaísmo moderno"
"En el discurso del Santo Padre, la Torá no está desvalorizada", aclara Koch en las primeras líneas de las cartas.
En la catequesis, "el Santo Padre no menciona el judaísmo moderno; el discurso es una reflexión sobre la teología paulina en el contexto histórico de una época concreta. El hecho de que la Torá sea crucial para el judaísmo moderno no se cuestiona en absoluto", afirma Koch.
Koch señala que el Papa ya explicaba en la catequesis "expresamente que Pablo no se oponía a la ley mosaica: al contrario, Pablo observaba esta ley, subrayaba su origen divino y le atribuía un papel en la historia de la salvación".
La frase "la ley no da la vida, no ofrece el cumplimiento de la promesa" no debe sacarse de su contexto, sino que debe considerarse en el marco general de la teología paulina", añade.
"La convicción cristiana permanente es que Jesucristo es el nuevo camino de salvación. Sin embargo, esto no significa que la Torá se vea disminuida o deje de ser reconocida como el 'camino de salvación para los judíos'", escribe Koch.
Después, el cardenal recuerda muchas declaraciones de estima y cercanía del Papa al mundo judío y presenta unas palabras que, en su opinión, resumen el pensamiento del Pontífice.
"Las confesiones cristianas encuentran su unidad en Cristo; el judaísmo encuentra su unidad en la Torá", dijo el Papa en aquella ocasión. Los cristianos creen que Jesucristo es la Palabra de Dios hecha carne en el mundo; para los judíos la Palabra de Dios está presente sobre todo en la Torá. Ambas tradiciones de fe encuentran su fundamento en el único Dios, el Dios de la Alianza, que se revela a través de su Palabra".
A la luz de ese discurso, "no se puede suponer de ninguna manera que él (el Papa, ed.) esté volviendo a la llamada 'doctrina del desprecio'", reiteró el Cardenal Koch.
"El Papa Francisco respeta plenamente los fundamentos del judaísmo y busca siempre profundizar los lazos de amistad entre las dos tradiciones de fe". Y está de acuerdo con el contenido del documento "Entre Jerusalén y Roma", publicado en 2017, que afirmaba: "Las diferencias doctrinales son esenciales y no pueden ser discutidas ni negociadas... Sin embargo, las diferencias doctrinales no son ni pueden ser un obstáculo para nuestra cooperación pacífica para mejorar nuestro mundo común y la vida de los hijos de Noé".
La carta de Koch se hace pública pocos días después de las felicitaciones papales con motivo de la fiestas judías de Rosh Hashanah, el Año Nuevo judío, y las de Yom Kippur y Sucot. "Extiendo mis más sinceros deseos a todos los hermanos y hermanas de la religión judía – dijo Francisco desde la ventana del Palacio Apostólico – para que el Año Nuevo sea rico en frutos de paz y de bien para quienes caminan fielmente en la Ley del Señor".