La publicación de Fiducia Supplicans, declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe que autoriza la bendición de parejas "en situación irregular" y del mismo sexo, con la condición de que se haga de forma "no ritual".
El cardenal Víctor Fernández, prefecto del dicasterio, ha precisado este punto ante la avalancha de informaciones y comentarios que han interpretado esta concesión como un reconocimiento por la Iglesia de las parejas de divorciados vueltos a casar, o en simple concubinato, o de gays o lesbianas.
En declaraciones a Infovaticana, el popularmente conocido como Tucho ha afirmado que "lo que no se bendice es la unión, sobre todo si por «unión» se entienden las relaciones sexuales". En su opinión, "el texto dice claramente que sólo en el contexto del único matrimonio posible (varón mujer, exclusivo, indisoluble, generador de vida) las relaciones sexuales tienen su contexto adecuado".
Según Fernández, no hay una contradicción con la respuesta del cardenal Luis Ladaria, su predecesor, quien en 2021 dejó claro que "la Iglesia no dispone, ni puede disponer, del poder para bendecir uniones de personas del mismo sexo" porque "no bendice ni puede bendecir el pecado: bendice al hombre pecador, para que se reconozca como parte de su designio de amor y se deje cambiar por Él".
Fernández dice que su declaración, a ese respecto, dice "lo mismo del responsum anterior, que quería expresar esto cuando decía que Dios ‘no bendice el pecado'": "Ahora", añade, "si bien la unión no se bendice, sí se bendice la pareja, incluyendo en la oración -además de pedir salud, paz, etc.- un pedido a Dios para que puedan responder plenamente a su voluntad... Muchas veces esas parejas hace años que no tiene sexo, pero han encontrado un sentido en la vida compartida y la ayuda mutua. Cuando es así, puede suceder que no solamente ya no hay un 'pecado' sino que además hay valores".
A tenor de esta aclaración del purpurado a Infovaticana, queda claro que Francisco sí ha autorizado la bendición de parejas en situación irregular o del mismo sexo, y que esto es una novedad respecto al posicionamiento del cardenal Ladaria (que también aprobó el Papa); pero que esa bendición no se refiere a la unión en sí misma (y en esto hay continuidad), sino a quienes la forman, aunque mancomunadamente recibida.