Hace ya 10 años que el Papa Francisco creó una comisión pontificia para la Protección de los Menores, y este martes 29 de octubre sus miembros han presentado su primer informe anual Tutela Minorum, un texto de 50 páginas que aborda varios de sus trabajos. Esperan presentar un documento similar cada año. (Aquí en PDF en italiano).
Intervinieron en la presentación en la Sala de Prensa vaticana:
- el presidente de la Comisión, que es el cardenal Sean Patrick O'Malley, arzobispo emérito de Boston y veterano en la lucha contra los abusos;
- Maud de Boer-Buquicchio, jurista holandesa, antigua relatora especial de la ONU sobre tráfico de niños y explotación sexual infantil, que es la encargada del Informe Anual; lleva medio siglo trabajando ese tema;
- el secretario de la Comisión, Luis Manuel Alí Herrera, psicólogo colombiano que es además obispo auxiliar en Bogotá;
- y la Subsecretaria de la Comisión, Teresa Morris Kettelkamp, norteamericana, que fue policía casi 30 años, llegando a coronel, y luego responsable de protección de menores de los obispos de EEUU; desde 2016 está en Roma trabajando en la comisión.
La Comisión declara trabajar en la Iglesia con 5 fines que fomenta:
- una conversión "que nos aleje del mal",
- verdad,
- justicia,
- reparación,
- garantía de no repetición.
Los siete hallazgos básicos de la Comisión
Este primer informe se centra en los frutos de varias investigaciones en diversos países y el trabajo con víctimas y expertos. Sus siete primeros hallazgos básicos que quieren transmitir son:
1) Los procesos canónicos para recibir denuncias y seguirlas han de mejorarse: se deben respetar en ellos el derecho de acceso a la información, el derecho a la privacidad y el derecho a la protección de datos personales.
2) El concepto "vulnerabilidad" o "persona vulnerable" con el que se empezó el trabajo ha ido cambiando, debe redefinirse y encajarse en las nuevas normativas eclesiales para ayudar a las víctimas a alcanzar la justicia a la que tienen derecho.
3) Hay que aclarar qué jurisdicción tiene cada dicasterio vaticano en temas de abusos para que los casos que lleguen a Roma se traten de manera rigurosa.
4) Debe existir una forma de juicio o proceso simplificado para lograr la dimisión o destitución de un líder eclesial.
5) El Magisterio católico sobre protección a vulnerables debe seguir ampliándose, "desde una perspectiva teológico-pastoral integral".
6) Las autoridades eclesiales han de conocer las políticas de daños y compensaciones y manejar las reparaciones de forma rigurosa, para ayudar a las víctimas en su camino de sanación.
7) Los que en la Iglesia se dedican a la protección de vulnerables deben profesionalizarse y tener "oportunidades académicas formales y recursos adecuados".
El cardenal O'Malley habla en español sobre los abusos en Radio Vaticana:
El informe se detiene especialmente en los desafíos del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, cuya Sección Disciplinaria es responsable de la justicia.
También repasa la situación en varios países africanos o de Europa. Los únicos países hispanos mencionados en el informe son México, al que se dedican 2 páginas detallando las medidas que obispos y diócesis han empezado a tomar, y Colombia, a la que se dedica 1 página.
Una comisión con gran independencia
El Papa ha dado mucha independencia a la comisión contra los abusos: sus miembros le informan directamente al Pontífice. En abril de 2022 el Papa pidió que empezaran a preparar un informe anual que sería un "relato fiable de lo que la Iglesia está haciendo, y de lo que debe cambiar, para ayudar a las autoridades competentes a actuar".
La comisión cree se ha pasado de una época en la que los abusos estaban muy extendidos y el encubrimiento y la mala gestión eran frecuentes, a una época distinta, en la que hay salvaguarda, denuncias, investigación y atención al tema y las personas.
El informe considera que los países donde la Iglesia se ha tomado en serio las directrices contra los abusos, el número de casos de abusos ha caído de forma espectacular (Estados Unidos sería el primer ejemplo). Por el contrario, en los países del hemisferio sur, y en México, faltan muchos datos sobre lo que se está haciendo, y la comisión lo va a investigar insistentemente.
O'Malley lamentó que durante una época "los líderes de la Iglesia tomaron decisiones sin ninguna adherencia a las políticas, procedimientos o normas básicas de preocupación por las víctimas", "una etapa oscura en la que la desconfianza obstruía la capacidad de la Iglesia para ser testigo de Cristo".
Hoy, en cambio, "existen sólidos sistemas de denuncia que nos permiten escuchar y responder a las víctimas, con un enfoque basado en el trauma". Además, "los protocolos de gestión de riesgos y la supervisión informada promueven entornos seguros".
A su vez, "la Iglesia ofrece servicios profesionalizados de acompañamiento a las víctimas". Igualmente, "quienes ejercen su ministerio y trabajan en la Iglesia reciben la formación y el entrenamiento que necesitan para promover una cultura de salvaguarda".
El informe en nuevas ediciones será más exhaustivo y sólido
La Dra. Buquicchio se remitió a su carrera profesional de medio siglo "dedicada a combatir la violencia contra los niños en todas sus formas, y en particular el abuso y la explotación sexual". Dijo que este primer informe, sin ser perfecto, "tiene una metodología sólida que se desarrollará con el tiempo, para ser cada vez más exhaustivo y sólido".
El informe incluye muchas enseñanzas directas de víctimas y supervivientes. En próximos informes, se cruzarán datos y enseñanzas con más fuentes externas.
Cuando un periodista preguntó si había alguna relación entre abusos a menores y celibato sacerdotal, el cardenal O'Malley respondió que no conoce "ningún estudio serio" que relacione ambas cosas.
Rueda de Prensa de la Comisión sobre Protección a Menores y Vulnerables:
El informe en inglés e italiano (con acceso a resúmenes en español) está en TutelaMinorum.org.