A mediodía de este sábado, el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro, celebró junto a los canónigos del Capítulo de San Pedro un rito penitencial en el Altar de la Confesión en reparación por los hechos sucedidos el pasado jueves.
El día 1 de junio, cuando la basílica estaba a punto de cerrar, un hombre de 34 años de nacionalidad polaca se acercó al altar bajo el baldaquino de Bernini, se desnudó rápidamente y subió a la superficie de mármol. Llevaba rotulado en la espalda el lema Salvad a los niños de Ucrania, en lo que presentó como una protesta contra la guerra.
Presentaba un estado emocional alterado, pero no gritó ni causó daños y no opuso resistencia a su detención por el personal de seguridad del templo, quienes procedieron a vestirlo y ponerlo bajo custodia. Al parecer, presenta algún tipo de perturbación psiquiátrica. Las fotografías obtenidas por los fieles y turistas todavía presentes en el interior de la basílica se difundieron rápidamente por redes sociales.
Tras pasar la noche detenido en el Vaticano, fue entregado a la Policía italiana y se le ha dado orden de expulsión del territorio.
Es el segundo incidente de seguridad que trasciende en las últimas semanas, tras el vehículo que consiguió llegar hasta el Patio de San Dámaso el 18 de mayo, obligando a la Guardia Suiza a disparar a las ruedas para detenerlo.
Según informa Aciprensa, durante el acto penitencial, el cardenal Gambetta hizo referencia a la causa alegada por el profanador y señaló que el pecado "alimenta las guerras" y "condiciona el corazón y la mente de las personas", pero calificó lo sucedido como "un gesto inapropiado y deplorable".
"Señor, te pedimos perdón, purifícanos”, oró. Posteriormente rezó el Credo y asperjó con agua bendita el altar, vestido luego por dos religiosas con el mantel, las velas, las flores y el crucifijo habituales.