El Papa Francisco, a través de una Carta Apostólica en forma de Motu proprio publicado este sábado 19 de enero, ha suprimido la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, que creó en 1988 Juan Pablo II.
Esta comisión tenía dos grandes funciones: coordinaba y custodiaba a las comunidades tradicionalistas o ligadas a la forma extraordinaria del rito latino que están en plena comunión con Roma, y también dialogaba con los tradicionalistas lefebvrianos que se mantienen fuera de la plena obediencia romana.
Pero las circunstancias han cambiado, dice ahora el Papa Francisco: por un lado, explica, los tradicionalistas integrados plenamente en la comunión y obediencia con el Papa "han encontrado hoy su propia estabilidad de número y de vida", no requieren ese cuidado especial.
Y por otro lado, el diálogo con los lefebvrianos trata casi exclusivamente de temas doctrinales, por lo que lo encarga a la congregación para la Doctrina de la Fe, encabezada por el jesuita mallorquín Luis Ladaria.
Las circunstancias que han cambiado
Francisco explica en su Motu proprio que Ecclesia Dei fue instituida el 2 de julio de 1988 “con la finalidad de colaborar con los Obispos y Dicasterios de la Curia Romana, facilitando la plena comunión eclesial de sacerdotes, seminaristas, comunidades o religiosos y religiosas, ligados a la Fraternidad fundada por Mons. Marcel Lefebvre, que deseaban permanecer unidos al Sucesor de Pedro en la Iglesia Católica, conservando sus propias tradiciones espirituales y litúrgicas”.
Pero hoy "los Institutos y Comunidades Religiosas que habitualmente celebran en su forma extraordinaria han encontrado hoy su propia estabilidad de número y de vida". Además, el Papa señala que las finalidades y cuestiones tratadas por esta Comisión son principalmente de naturaleza doctrinal; y deseando que estos objetivos se hagan cada vez más evidentes a la conciencia de las comunidades eclesiales.
El Papa Francisco ha transferido todas las tareas de Ecclesia Dei a Doctrina de la Fe, dentro de la cual se creará una Sección especial para continuar el trabajo de vigilancia, promoción y protección llevado a cabo hasta ahora por la suprimida Comisión Pontificia Ecclesia Dei. Del mismo modo, el presupuesto de la Comisión Pontificia, de ahora en adelante, forma parte de la contabilidad ordinaria de dicha Congregación Vaticana.
Una misa según la forma extraordinaria del rito latino, en la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, una de las vivas comunidades tradicionales (suma unos 300 sacerdotes) que se coordinaba con la comisión Ecclesia Dei
Las novedades que aportó Benedicto XVI
En 2007, con el Motu proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI, Ecclesia Dei extendió la autoridad de la Santa Sede a aquellos Institutos y Comunidades Religiosas que se habían adherido a la forma extraordinaria del Rito Romano y habían asumido las tradiciones anteriores de la vida religiosa, supervisando la observancia y aplicación de las disposiciones establecidas.
"Dos años más tarde, mi Venerable Predecesor Benedicto XVI", señala el Pontífice, "con el Motu proprio Ecclesiae unitatem, del 2 de julio de 2009, reorganizó la estructura de la Pontificia Comisión, para hacerla más adecuada a la nueva situación creada por la remisión de la excomunión de los cuatro obispos consagrados sin mandato pontificio. Y, además, considerando que, después de este acto de gracia, las cuestiones tratadas por la misma Comisión Pontificia eran de carácter fundamentalmente doctrinal, la vinculó más orgánicamente a la Congregación para la Doctrina de la Fe, manteniendo sus objetivos iniciales, pero modificando su estructura".
Así lo explica Tornielli en News.va
Andrea Tornielli, el periodista al frente de News.va, la agencia de información vaticana, explica la medida con el siguiente análisis en forma de Editorial.
» El Motu Proprio con el que Francisco suprimió la Comisión Pontificia Ecclesia Dei atribuyendo su competencia a una sección especial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tiene un doble significado. En primer lugar, el Papa recuerda que el carácter excepcional por el que san Juan Pablo II la había instituido en 1988, después de la ruptura con el arzobispo Marcel Lefebvre y de las ordenaciones episcopales que tuvieron lugar sin mandato pontificio, ha desaparecido.
» La Comisión debía favorecer la recuperación de la plena comunión eclesial con los sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas vinculados al rito romano preconciliar, permitiéndoles mantener sus propias tradiciones espirituales y litúrgicas.
» Una emergencia que ya no existe, gracias también, a la decisión de Benedicto XVI de liberalizar el uso del Misal Romano de 1962 (promulgado por San Juan XXIII antes del comienzo del Concilio). Por eso, el Papa recuerda que "los Institutos y Comunidades Religiosas que celebran habitualmente de manera extraordinaria han encontrado hoy su propia estabilidad de número y de vida". Así pues, se consolida su existencia y todas sus funciones se transfieren a la nueva sección, que, entre otras cosas, utilizará el personal empleado hasta ahora por la Comisión.
» El segundo significado de la decisión está ligado a la competencia específica del dicasterio doctrinal. La decisión de Francisco es parte de un proceso ya iniciado por el Papa Ratzinger, que en 2009 quería que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe presidiera la Ecclesia Dei. El paso siguiente de hoy está motivado por el hecho de que los objetivos y temas tratados por la Comisión "son predominantemente doctrinales". Se trata de una referencia al diálogo entre la Santa Sede y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fundada por Monseñor Lefebvre.
» Como es bien sabido, con la revocación de las excomuniones de los obispos ordenados ilegítimamente en 1988, el libre uso del Misal Romano de 1962 y las facultades otorgadas a los sacerdotes de la Fraternidad por el Papa Francisco, la cuestión doctrinal sigue siendo el único, pero también, el tema más importante que queda abierto. Especialmente ahora que la Fraternidad ha cambiado su liderazgo. De hecho, los nuevos dirigentes han anunciado que pedirán que se siga discutiendo con la Santa Sede, sobre los textos del Concilio Ecuménico Vaticano II: una cuestión delicada que será tratada por el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Luis Ladaria.