Tres semanas después de la publicación de las conclusiones del Camino Sinodal alemán, el prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Arthur Roche, ha recordado mediante una carta al líder de los obispos alemanes la imposibilidad de su aplicación.
El documento, de siete páginas de extensión y fechado el 29 de marzo, recordaba a Mons. Georg Bätzing que dos de las conclusiones referidas a la liturgia -que los laicos puedan bautizar o predicar homilías- son competencia exclusiva de los consagrados, pese a que al menos una diócesis alemana ya había anunciado ambas prácticas. Asimismo, explicita a los obispos alemanes que las traducciones litúrgicas deben ser confirmadas y aprobadas por Roma.
En el documento, el cardenal señala que no se trata de lograr "una mejor preparación teológica" o comunicativa en los fieles para permitirles predicar, ni tampoco de "crear desigualdades entre los bautizados", sino de "reconocer que hay distinciones hechas por el Espíritu, quien produce carismas diferentes, distintos y complementarios".
Así, los laicos pueden desempeñar papeles como el de catequistas o coordinando conversaciones sobre la Sagrada Escritura, pero en ningún momento es posible que prediquen homilías.
Bautismos de laicos, solo en circunstancias "excepcionales"
Solo alguien ordenado "representa sacramentalmente a Cristo en virtud de la sacra potestas (potestad sagrada) que le fue conferida en la ordenación", sentenció.
Al explicar que el tema de la predicación en la Misa es una cuestión sacramental más que educativa, el Cardenal Roche advierte asimismo sobre los “malentendidos” acerca de “la figura e identidad del sacerdote, quien es el único que puede actuar in persona Christi capitis (en persona de Cristo, cabeza de la Iglesia) en virtud del sacramento”.
Respecto a los bautismos, el prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos rechazó que los laicos puedan administrar bautismos regularmente.
Algo que de facto ya se realiza en algunas diócesis alemanas, como es la dirigida por Mons. Franz-Josef Bode de Osnabrück, desde la aprobación de las conclusiones del Camino Sinodal a mediados del mes de marzo, cuando afirmó que los laicos podían bautizar niños y predicar “regularmente” homilías en su diócesis. Pocos días después, el Papa Francisco aceptó la renuncia de Mons. Bode.
Se trata de una práctica, dijo, que no es justificable ni por la falta de sacerdotes, según el derecho canónico. Solo pueden hacerlo en circunstancias excepcionales, como en peligro de muerte o "en situaciones dolorosas de persecución", o "en áreas de misión y en otros casos de especial necesidad", agregó.
En su carta, el Cardenal Roche recuerda a los obispos alemanes la misiva del Papa Francisco de 2019 con la siguiente cita: “La Iglesia universal vive en y de las Iglesias particulares, así como las Iglesias particulares viven y florecen en y de la Iglesia universal, y si se encuentran separadas del entero cuerpo eclesial, se debilitan, marchitan y mueren”.