La respuesta es un texto firmado por el recién designado cardenal Francisco Ladaria, prefecto de Doctrina de la Fe, un texto con la aprobación expresa del Pontífice. Este es el texto, que traducimos del italiano (los énfasis, subrayados y negritas son de ReL), que va dirigido al cardenal Marx, el gran promotor de la comunión de cónyuges protestantes, con copia a los obispos que plantearon sus dudas sobre el tema a Roma.
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Eminencia, ilustrísimo señor presidente:
Precisamemente, el Papa Francisco recibió en la mañana de este lunes, a las 10.50, a una delegación del Comité Nacional Alemán de la Federación Luterana Mundial y de la Iglesia Evangélica Luterana de Alemania, que es la plataforma de iglesias luteranas oficiales de Alemania, muy bien financiadas, como la católica, por el peculiar impuesto religioso del país. (Aquí, el discurso papal en italiano).
El Papa celebró los 50 años de avances ecuménicos y que "gracias al trabajo del Espíritu, las reuniones fraternales, los gestos basados en la lógica del Evangelio en lugar de las estrategias humanas, y a través del diálogo luterano-católico oficial, ha sido posible superar viejos prejuicios en ambos lados. Con la ayuda de Dios, esperamos un esfuerzo futuro hacia la superación completa de las divergencias. Tenemos que seguir adelante. La conmemoración común de la Reforma nos ha confirmado que el ecumenismo seguirá marcando nuestro camino".
Recordó la importancia de orar al Espíritu Santo, que "abre el camino e ilumina los pasos a seguir. El Espíritu de amor no puede sino empujarnos en los caminos de la caridad. Como cristianos, católicos y luteranos somos llamados sobre todo a amarnos mutuamente "intensamente, con un corazón sincero, unos a otros", porque "son regenerados por la palabra de Dios, viva y eterna" ( 1 Ped.1.22 a 23). Pero también estamos llamados a aliviar juntos las miserias de los necesitados y los perseguidos. Los sufrimientos de muchos hermanos oprimidos por la fe en Jesús son también una invitación urgente para alcanzar una unidad cada vez más concreta y visible entre nosotros. El ecumenismo de la sangre".
Finalizó el Papa invocando que descienda el Espíritu Santo "y que una lo que aún está dividido". Después, rezaron todos juntos el Padrenuesto en alemán.