El Papa Francisco, en su alocución previa al rezo del Ángelus este domingo 25 de junio, animó a todos a discernir lo verdaderamente importante en la vida, para no malgastarla con ídolos y distracciones, y también para no dejarnos asustar ni condicionar por las corrientes mayoritarias y sus presiones.
El Papa se remitía al evangelio del día, cuando Jesús tres veces repite a sus discípulos "No tengáis miedo". Jesús también les advierte: habrá persecuciones. Y efectivamente, así ha sido durante la historia y en nuestros días.
"Parece paradójico: el anuncio del Reino de Dios es un mensaje de paz y de justicia, fundado en la caridad fraterna y en el perdón, y sin embargo encuentra oposición, violencia y persecución", constata el Pontífice.
Pero pese a las persecuciones, insiste el Papa, "para el Padre somos preciosos y nada de lo que es bueno se perderá".
Cosas triviales que no dan sentido a la vida
El Papa comparó los miedos y distracciones que nos alejan de Dios y la verdad con el valle de la Gehenna en Jerusalén, un vertedero donde abundaban las hogueras y el fuego. Jesús menciona la Gehenna. "Como si dijera: no hay que tener tanto miedo a sufrir incomprensiones y críticas, a perder prestigio y ventajas económicas por permanecer fieles al Evangelio, sino a malgastar la existencia persiguiendo cosas triviales, que no llenan la vida de sentido", advierte Francisco.
Incluso hoy día, señaló, uno puede ser objeto de burlas o de discriminación si no sigue ciertos modelos de moda, que, sin embargo, a menudo ponen en el centro realidades de segunda categoría: cosas en lugar de personas, prestaciones en lugar de relaciones. Y citó ejemplos: padres de familia que trabajan sin descanso para mantener a la familia, viviendo sólo para el trabajo, pero necesitan tiempo para estar con sus hijos; un sacerdote o una religiosa que deben comprometerse en su servicio, sin olvidar dedicarle tiempo a Jesús, para no caer, afirmó, en la mundanidad espiritual y perder el sentido de lo que son. Un joven con mil compromisos y pasiones, desde la escuela, el deporte, el celular y las redes sociales, dejando de lado conocer gente, necesitan realizar grandes sueños, sin perder el tiempo en cosas que pasan y no dejan huella.
Renunciar algo frente a los ídolos de la eficacia y el consumismo, dedicar un tiempo al Señor, es necesario dijo Francisco, no perderse en las cosas, que luego se tiran, como se hacía entonces en Gehenna. "Y en cambio, la gente suele acabar en las Gehennas de hoy: pensemos en los últimos, a menudo tratados como material de desecho y objetos no deseados", dijo.
Permanecer fiel a lo importante
Un último consejo en la reflexión del Pontífice, no desperdiciar el mayor bien que tenemos: la vida. Sólo eso debería asustarnos. Pensando en no desperdiciar nuestras vidas, en darles sentido, el Papa aconseja ir contracorriente, aunque cueste, liberarnos de los condicionamientos del pensamiento común, ser apartados por los que "siguen la ola". Y preguntarnos:
"Yo, ¿de qué tengo miedo? ¿De no tener lo que me gusta? ¿De no alcanzar las metas que la sociedad impone? ¿Del juicio de los demás? ¿O de no agradar al Señor y no anteponer su Evangelio? María, Virgen Sabia, ayúdanos a ser sabios y valientes en las decisiones que tomamos".
Las víctimas de la prisión femenina de Honduras... y Emanuela Orlandi
Acabado el rezo del Ángelus, el Papa expresó sus condolencias a los familiares de las 46 reclusas que murieron durante un motín en el Centro Penitenciario Femenino de Támara, en Honduras, el pasado martes.
"Me ha entristecido mucho lo ocurrido hace unos días en el Centro Penitenciario Femenino de Támara, en Honduras. Una terrible violencia entre bandas rivales sembró la muerte y el sufrimiento. Rezo por las fallecidas, rezo por sus familias", proclamó el Pontífice. Y añadió: "Que ayude a los corazones a abrirse a la reconciliación y a dar espacio a la convivencia fraterna, incluso dentro de las cárceles".
Se considera que la violencia mortal se desarrolló cuando mujeres integrantes de la Pandilla 18 entraron con armas a las celdas y selectivamente fueron asesinando a las internas que pertenecían a la banda Mara Salvatrucha, prendiendo luego fuego a los cadáveres. El resultado de esta matanza son 46 mujeres fallecidas en la única cárcel para mujeres en el país. Los familiares de las víctimas exigen que las autoridades entreguen información verídica sobre el motín de este martes.
El Papa comentó también el caso de la joven Emanuela Orlandi, desaparecida el 22 de junio de 1983, hace ahora 40 años, a quien varias personas recordaron en la plaza con pancartas y carteles. "En estos días se cumple el 40 aniversario de la desaparición de Emanuela Orlandi. Quiero aprovechar esta ocasión para expresar, una vez más, mi cercanía a la familia, especialmente a la madre, y asegurarle mis oraciones. Hago extensivo mi recuerdo a todas las familias que soportan el dolor de un ser querido desaparecido", añadió.