El Vaticano es un pequeño estado de apenas 500 habitantes, pero quiere enviar deportistas a los Juegos Olímpicos. «El objetivo final es crear un Comité Olímpico, y para que esto suceda, deben existir al menos cinco federaciones reconocidas internacionalmente», ha explicado al medio alemán Deutsche Welle, el subsecretario del Consejo Pontificio de Cultura, el español Melchor Sánchez de Toca.
Ya el año pasado el Vaticano creó Athletica Vaticana, la federación de atletismo vaticana. Y ahora quieren crear otras dos asociaciones: una de judo y otra de taekwondo.
¿Hay muchos curas haciendo artes marciales en la Ciudad del Vaticano? No, pero sí gendarmes y guardias suizos.
«El taekwondo y el judo solían ser parte del programa de capacitación de la Gendarmería del Vaticano», comenta el sacerdote, quien confía en que los agentes más versados en estos artes marciales podrían representar al país.
De la Gendarmería vaticana y de la Guardia Suiza podrían salir algunos deportistas de deportes individuales, como las artes marciales
El subsecretario del Consejo Pontificio de Cultura también ha señalado que el objetivo del Vaticano no es «ganar medallas» sino participar en algunas competiciones internacionales.
«Especialmente en aquellas con valor agregado cultural o espiritual como los Juegos Olímpicos, los Juegos Mediterráneos o los Juegos de los Pequeños Estados de Europa». Unas citas a las que se presentarían «sin ninguna expectativa de ganar».
Melchor Sánchez de Toca (a la derecha, con alzacuellos) y los deportistas e impulsores de la Athletica Vaticana
Melchor Sánchez de Toca ha insistido en la importancia del deporte para cultivar el alma. «Su impacto está muy bien descrito en el documento del Vaticano 'Dar lo mejor de uno mismo', publicado en junio de 2018».
A su juicio, «es una escuela de virtudes y valores, que encaja perfectamente con una visión cristiana sobre el persona humana».
«Mis rutinas y ejercicios de carrera, combinados con algo de natación, senderismo y escalada, son parte de mi vida tanto como la meditación personal, decir Misa o asistir a una confesión», concluye este alto funcionario de la curia.