Según Parolin, la Iglesia busca atender a los jóvenes, los desafíos, “que deben afrontar y también sobre las esperanzas que llevan consigo, así como sus debilidades y sus miedos”.
“ Yo creo que lo más innovador de este acercamiento sea la búsqueda de una nueva relación de la Iglesia con los jóvenes, orientada a un paradigma de responsabilidad exento de todo paternalismo. La Iglesia quiere entrar verdaderamente en diálogo con la realidad juvenil, quiere entender a los jóvenes y quiere ayudar a los jóvenes ”
“Es éste el acercamiento innovador - prosigue el cardenal Parolin - es decir, la Iglesia pide a los jóvenes, el Papa, la Iglesia piden a los jóvenes qué pueden hacer ellos por la Iglesia, qué contribución pueden dar al Evangelio, a la difusión del Evangelio hoy. Y creo que a esta invitación los jóvenes sabrán responder con su generosidad y también con su entusiasmo”.
El cardenal Parolin habló también del Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en agosto en Dublín, a dos años de distancia de la publicación de Amoris laetitia: “Seguramente, también la celebración de la Jornada mundial de la Familia en Dublín (www.worldmeeting2018.ie) será una etapa importante, porque es también la primera después de la publicación del documento”, señala el Secretario de Estado vaticano.” Y asegura que es también una etapa de reflexión, de profundización y también “una etapa para llevar adelante este proceso de aplicación de las indicaciones de Amoris laetitia”.
“Amoris laetitia ha brotado de un nuevo paradigma que el Papa Francisco está llevando adelante con sabiduría, con prudencia y también con paciencia” – precisa el Secretario de Estado vaticano. “Probablemente las dificultades que surgieron y que todavía existen en la Iglesia, además de algunos aspectos del contenido, se deben precisamente a este cambio de actitud que el Papa nos pide. Un cambio de paradigma, ínsito precisamente en el mismo texto, que nos viene pedido. Este espíritu nuevo, este acercamiento nuevo”.
A este respecto, el cardenal Parolin señala que todo cambio comporta siempre dificultades, pero que estas dificultades hay que tenerlas en cuenta “y hay que enfrentarlas con empeño, para encontrar las respuestas que se transformen en momentos de ulterior crecimiento, de ulterior profundización. También aquí creo que Amoris laetitia además de ser un abrazo que la Iglesia da a la familia y a sus problemáticas en el mundo de hoy, para ayudar realmente a encarnar el Evangelio dentro de la familia, es al mismo tiempo también un pedido de ayuda a las familias para que colaboren y contribuyan en el crecimiento de la Iglesia”.
Uno de los puntos fuertes del Pontificado del Papa Francisco es la reforma de la Curia Romana. Y a este respecto el Secretario de Estado Vaticano señala que ya se han dado “notables pasos hacia adelante”.
Parolin recuerda asimismo que el Papa Francisco en el discurso a la Curia del año pasado enumeró todas las medidas que se tomaron después del estudio, sobre todo por parte del Consejo de Cardenales del C9.
“Me parece que en el discurso – y es un motivo que retorna constantemente en el Magisterio del Papa Francisco, cuando se habla de la Curia – no se trate tanto de insistir en las reformas estructurales con la promulgación de nuevas leyes, de nuevas normas, nombramientos, sino más bien en el espíritu profundo que debe animar toda reforma de la Curia, y es la dimensión fundamental de la vida cristiana, es decir, aquella de la conversión. Por lo tanto, lograr que la Curia, siempre más y mejor, quitando aquellas sombras que pueden obstaculizar este compromiso y esta misión, pueda transformarse realmente en una ayuda para el Papa en el anuncio del Evangelio, para dar testimonio del Evangelio, para evangelizar el mundo de hoy. Yo insistiría una vez más sobre esto, aun si es una mirada de fondo y no se desciende en lo concreto en las reformas individuales o cambios, que ya han tenido lugar y que continuarán. Están en curso otras profundizaciones concernientes a otros organismos de la Curia Romana, pero ésta es la perspectiva fundamental en la cual debemos entrar y sobre la cual el Papa continuamente nos llama y sobre la cual quisiera poner el acento”.
El cardenal Secretario de Estado Vaticano se refiere asimismo al significado más importante del Viaje Apostólico a Chile y Perú que el Papa Francisco emprenderá en pocos días: “ Es siempre el encuentro con las Iglesias, es siempre el encuentro con la comunidad cristiana ”
El Papa va como pastor de la Iglesia universal para encontrar a las iglesias locales, naturalmente, iglesias que son particularmente vivaces, particularmente activas como la Iglesia en Chile, como la Iglesia en Perú y que, por otro lado, tienen que enfrentar numerosos desafíos ante la realidad del mundo de hoy”.
Y señala, a continuación, los dos desafíos de particular importancia para el Santo Padre:
“El primero es el desafío de las poblaciones indígenas, de los indígenas: y aquí hago referencia al Sínodo sobre la Amazonia que ha sido convocado por el Papa recientemente y que tendrá lugar en el 2019. Por lo tanto, cuál es el papel, cuál es la contribución de estas poblaciones dentro de cada país, de sus sociedades, y para dar una contribución también a estas sociedades. Después, un tema que el Papa siente mucho y sobre el que ha vuelto con palabras también muy marcadas, es aquel de la corrupción, que impide el desarrollo y también la superación de la pobreza y de la miseria. Creo que no será un viaje simple, pero será realmente un viaje apasionante”.