“Una ayuda concreta” define el Cardenal Stella, Prefecto de la Congregación para el Clero, esta nueva aplicación, tal y como recoge el periodista Alessandro Gisotti, en la web de información de la Santa Sede Vatican News, en la que el sacerdote encontrará una lectura vocal del texto, la posibilidad de agregar notas personales y de descargar y archivar las homilías, como también la de compartir el contenido en las redes sociales.
“Lo novedoso, explica el cardenal Beniamino Stella, es que el sacerdote se encuentra en su celular con el texto de la homilía breve, para saber lo que se podría decir al domingo siguiente”. Así, “meditando y orando del jueves al domingo, puede prepararse para hablar a su comunidad y decir las cosas que ayudan a la vida cristina en su realidad y práctica cotidiana”, explica.
El Papa está acostumbrado a hablarle a la gente. Ha sido obispo de una comunidad grande y sabe que, cuando el pastor con alma sacerdotal habla a su gente, este pueblo que va a la iglesia es una gran oportunidad de vida cristiana. Hay que presentarle el Evangelio y la Palabra de Dios, así como la Iglesia nos la presenta en ese domingo, Solemnidad o Fiesta.
» ¿Qué dice al fin y al cabo el Papa al sacerdote? Medita, prepara, ora y después te presentas al pueblo y dices lo que Jesús ha dictado a tu alma. Hay que tener convencimiento personal e identidad sacerdotal. La gente te escucha y te espera en la medida en que tú tienes credibilidad, una formación remota y una preparación inmediata. Al momento de la Misa debes preparar dos o tres ideas concretas, porque la cabeza de la gente no está preparada para largas charlas. Dos o tres ideas concretas que iluminen la oración y la vida del discípulo cristiano”.
El Papa habla en su homilía en Santa Marta no más de cinco o seis minutos. Habla lentamente y desde el corazón. Tiene un esquema presente y lo va desarrollando con paz. Creo que nos indica una manera de hablar del pastor al pueblo cristiano. La gente espera esa página que luego se publica en internet, y es una enseñanza concreta y precisa a partir del Evangelio sobre la vida diaria del creyente. Son homilías sencillas y es importante que el sacerdote busque allí, es como un pequeño tesoro. Hay que alimentar el caudal de información y de doctrina personal pero con ejemplos concretos, así como hace el Papa a menudo.
» El Papa invita a la oración, invita a orar, y esa es la manera concreta en que el ilumina la vida cristiana: ayuda al creyente a orar, y ayuda a todos los sacerdotes a ser maestros de fe y de vida cristiana".
El seminario da una formación general y una identidad sacerdotal. Debería crear el alma del pastor y a partir de eso, el sacerdote tiene lo que necesita para poder prepararse. Hacen falta los libros, por supuesto, pero sobre todo orar, meditar. La lectio divina personal debería ser un subsidio importante el sábado. Y a partir del jueves, del jueves al domingo, hay dos días de oración y meditación antes de la homilía dominical.
» Pienso que el seminario debe dar sobre todo esa alma sacerdotal. También la formación específica: cómo se habla, cómo se pronuncia, cómo se explica, un uso del vocabulario, un lenguaje concreto. No hay que presentarle (al pueblo de Dios ndr.) teorías y ostentar ciencia personal. La homilía no es eso. Es tomar de la mano al pueblo cristiano y decirle: Jesús te pide esto.
» La homilía que presentamos debería ser esa ayuda concreta para que tú vivas la vida cristiana a la altura de los tiempos, como Dios te pide que sea y como el Espíritu Santo te invita a ser desde el corazón”.