Como ya ocurriera en 2014, extremistas de ideología feminista del grupo Femen, que se caracterizan por realizar sus acciones con el torso desnudo, intentaron el día de Navidad robar el niño Jesús del Belén colocado en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

Finalmente, un gendarme vaticano logró detener a la activista de Femen antes de que lograse su cometido. Una vez retenida por varios agentes fue detenida y trasladada de la plaza, donde poco después se iba a celebrar la tradicional bendición Urbi et Orbi presidida por el Papa Francisco.

Un fotógrafo de Reuters que fotografió la escena aseguró que la mujer ha saltado sobre las vallas y se ha lanzado hacia el pesebre, formado por figuras de tamaño real, gritando "Dios es mujer". La activista llevaba la misma consigna pintada en su espalda descubierta.


El sitio web del grupo ha identificado a la activista como Alisa Vinogradova y ha dicho que es una "sextremista". Femen ha señalado que el objetivo del grupo, que fue fundado en Ucrania, es "la completa victoria sobre el patriarcado".

La Iglesia Católica es un objetivo prioritario para este grupo extremista. La catedral de Colonia fue objeto de un ataque de estas mujeres en plena misa de Navidad, y en otras fechas las de Madrid o París, por ejemplo. También el cardenal Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid, o el arzobispo Leonard, emérito de Malinas-Bruselas, han sido víctimas de este grupo radical.