Tras el rezo del Angelus, el Papa Francisco lanzó un importante llamamiento sobre un suceso que no era conocido a nivel internacional, el secuestro el pasado mes de seis monjas nigerianas.
El Pontífice pidió “de todo corazón” su liberación y aseguró que reza para todas las personas que padezcan esta “dolorosa” condición” puedan regresar a casa en Navidad.

De este modo, el Papa agregó que "me uno de corazón al llamamiento de los obispos de Nigeria para la liberación de seis Hermanas del Corazón Eucarístico de Cristo, secuestradas hace alrededor de un mes en su convento de Iguoriakhi”.

Desde la ventana del Palacio Apostólico, Francisco ha asegurado que reza "con insistencia por todas las demás personas que se encuentran en esta dolorosa condición", para que "con motivo de la Navidad, puedan finalmente regresar a sus casas".


Nigeria se ha convertido en un país peligroso para los sacerdotes, religiosas y misioneros católicos, que están siendo víctimas de ataques y secuestros. Buena parte de ellos no son propiciados por grupos extremistas ni por islamistas de Boko Haram, sino por delincuentes comunes que buscan un rescate y que creen que la Iglesia pagará una buena suma de dinero por su liberación.

Esta oleada de secuestros ha provocado que los obispos nigerianos hayan tomado desde hace tiempo la decisión de no negociar y pagar rescates por este tipo de secuestros paras así evitar el efecto llamada y la multiplicación de este tipo de casos.