“La ciencia, como cualquier otra actividad humana, sabe que tiene límites que debe respetar por el bien de la humanidad misma y necesita un sentido de responsabilidad ética”. Esto ha afirmado el Papa Francisco en el marco de la plenaria del Pontificio Consejo para la Cultura, que este año lo ha dedicado al tema ‘El futuro de la humanidad. Nuevos desafíos en la antropología”.
En la audiencia que ha concedido a los participantes, Francisco ha asegurado que la medicina y la genética “nos permiten mirar dentro la estructura más íntima del ser humano e incluso intervenir para modificarla”. La neurociencia “ofrece cada vez mayor información sobre el funcionamiento del cerebro humano”.
Pero todo ellos, así como “los progresos increíbles de las máquinas autónomas que ya forman parte de nuestra vida, nos llevan a reflexionar sobre aquello que es específicamente humano y nos hace distintos a las máquinas”.
Tal y como recoge Aciprensa, el Papa agregó que ante este panorama, “la Iglesia, que sigue con atención las alegrías y las esperanzas, las angustias y los miedos de los hombres de nuestro tiempo, quiere poner a la persona humana y las cuestiones que tienen que ver con ella en el centro de sus reflexiones”.
El Santo Padre denunció que “hoy nos damos cuenta de que los grandes principios y los conceptos fundamentales de la antropología rara vez se ponen en tela de juicio incluso sobre la base de una mayor conciencia de la complejidad de la condición humana y exigen después profundizar”.
“La antropología es el horizonte de autocomprensión en el que nos movemos y determina también nuestra concepción del mundo y las elecciones existenciales y éticas”.
El Papa invitó a continuar promoviendo el diálogo entre fe y ciencia y recordó que la Iglesia, “ofrece algunos grandes principios para ayudar a este diálogo”. “El primero es la centralidad de la persona humana, que va considerada un fin y no un medio. Debe ponerse en relación armónica con el creador” como “un amoroso custodio de la obra del Creador”.
Por otro lado, “el progreso científico y tecnológico sirve al bien de toda la humanidad y sus beneficiarios no pueden beneficiar tan solo a unos pocos”, dijo Francisco.