La capilla ardiente de Benedicto XVI en la basílica de San Pedro cerró este miércoles a las 19:00h con un auténtico récord de peregrinos. Según la Gendarmería Vaticana, la cifra de fieles que ha desfilado ante los restos del Papa emérito ha rondado los 200.000. Más del doble de lo que se esperaba.
Durante los tres días que han estado expuestos los restos de Benedicto XVIl se ha podido ver a personalidades de la talla del primer ministro húngaro Viktor Orbán, y a compañeros en el episcopado del difunto Papa como los cardenales Antonio Cañizares, el ex secretario de Juan Pablo II, Stanisław Jan Dziwisz, o el australiano George Pell.
Recuerdo inolvidable
A pesar de que Benedicto XVI había dejado de ser Papa hace ya nueve años, el recuerdo del alemán todavía se mantenía muy vivo entre los vecinos cercanos al Vaticano, los católicos de Roma y del mundo entero. Las miles de personas que acudieron a despedirse de él pudieron ver su cuerpo con sotana blanca y la casulla roja del luto papal yaciendo sobre un catafalco cubierto por una tela amarilla. Sobre la cabeza, una mitra blanca de bordes dorados; en las manos, un rosario y en uno de los dedos, el anillo que llevó mientras fue emérito.
Una vestimenta repleta de símbolos y que es especialmente histórica, ya que no se ha visto a un Papa emérito muerto en muchísimos siglos. Los peregrinos pudieron comprobar también cómo el Pontífice no llevaba la cruz pastoral, el báculo característico de los papas, ya que el Papa reinante no ha muerto. Además de los zapatos negros y no rojos, en alusión a la sangre derramada por los mártires, y que Francisco ha dejado de llevar como Papa.
Un recuerdo que será difícil de olvidar para los 200.000 peregrinos que han pasado por San Pedro. Antes de que la capilla ardiente del Papa "sabio y humilde" se abriera al público, el Cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica y vicario papal del Estado de la Ciudad del Vaticano, acompañó al presidente italiano Sergio Mattarella, al primer ministro italiano Giorgia Meloni y a otros ministros del gobierno para rendir homenaje al fallecido Papa.
Las primeras de la cola
Las primeras personas en la cola que tuvieron el honor de rezar ante los restos de Benedicto XVI fue un grupo de religiosas de Filipinas, quienes dijeron que llegaron a las 5:30 a.m. "Soy un gran admirador del Papa Benedicto y no estoy triste por su fallecimiento, ya que el Papa de 95 años había vivido una larga vida y esto es para lo que vivía: poder estar con Dios'', comentó a Catholic News Service el padre Kunts, otro de los más madrugadores.
El padre Felipe de Jesús Sánchez, de México y que estudia en Roma, dijo a ese mismo medio que vio al Papa Benedicto como "un hombre sencillo, humilde, un modelo, que no tuvo tanta fama como Juan Pablo II, pero fue la mente detrás de él. Para mí, en mi opinión, fue un auténtico testimonio de lo que significa ser cristiano y discípulo de Jesús".
Como estos dos sacerdotes, miles de personas han elogiado estos días desde Roma la figura del Papa emérito Benedicto XVI. Ahora, los peregrinos que lo han podido ver en la basílica de San Pedro dejarán paso a los que participen en el funeral de este jueves. Al que han confirmado su asistencia la reina emérita de España, Sofía, el presidente polaco, Andrzej Duda; el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; la presidenta húngara, Katalin Novák; y el rey Felipe de Bélgica.