El Papa Francisco, en la reestructuración de dicasterios que ha llevado a la creación del nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral,  presidido por el cardenal africano Peter Turkson, ha designado como subsecretarios a tres veteranos oficiales de los anteriores dicasterios Cor Unum y Justicia y Paz. 

Se trata del sacerdote español Segundo Tejado Muñoz, que había sido subsecretario del Pontificio Consejo Cor Unum; el sacerdote italiano Nicola Riccardi, de la Cátedra de Justicia y Paz de la Pontificia Universidad Antonianum de Roma; y la doctora Flaminia Giovanelli, quien ya había sido subsecretaria del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

Desde agosto de 2016, por decisión de Francisco, se han refundido en Desarrollo Humano integral cuatro organismos vaticanos que trabajaban antes por separado: Cor Unum, Justicia y Paz,  Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y Pastoral para los Operadores Sanitarios. Desarrollo Humano Integral lo abarcará ahora todo: las migraciones, los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura.


Francisco Tejado Muñoz nació en Madrid en 1960 y desde Cor Unum era uno de los mayores expertos en la forma de funcionar de la caridad papal y eclesial. En 2014, en españa, en la Semana de Misionología, explicó su perspectiva, recogida por OMPress.

Contó cómo en sus viajes por el mundo siempre se ha encontrado con la Iglesia, hasta en los lugares más recónditos. Tejado explicó que uno de los asuntos más urgentes para Cor Unum es que las instituciones de la Iglesia que se encargan de la caridad no descuiden la misión propia de la Iglesia, que es la evangelización con palabras y obras. Porque «cuando una organización católica de ayuda pierde de vista este horizonte evangelizador, está perdiendo su propia identidad e inevitablemente pierde su razón de ser».

Segundo Tejado explicó también que es necesario recuperar la unidad en la acción de la Iglesia de anuncio, caridad y liturgia. «Cristo fue el primero que con su presencia entre nosotros enlazó de modo inseparable anuncio espiritual y el servicio material». Por eso, dijo, el anuncio debe mostrar el amor de Dios con palabras y obras, antes de imponer una obligación moral, y la caridad no se debe reducir a solidaridad, sino que brota del amor a Dios, que mueve al amor al prójimo: «Los pobres, los inmigrantes, los necesitados tienen también derecho a conocer la buena nueva de ser amados por Dios, a conocer lo que en última instancia nos mueve a asistirles», explicó.


En cuanto a Flaminia Giovanelli, de 68 años, lleva 42 años trabajando en distintos dicasterios vaticanos. En Justicia y Paz fue la mano derecha del cardenal Turkson, fomentando las iniciativas de paz y diálogo, también entre distintas religiones. En una entrevista de 2011 con Victor Amela en La Vanguardia explicaba algunas de sus convicciones.