En declaraciones al periódico bávaro Passauer Neue Presse, el cardenal Gerhard Müller ha lamentado la forma en la que el Papa Francisco le comunicó que no renovaría su mandato como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

"Me comunicó su decisión en un minuto", explicó el purpurado alemán, durante su última sesión de trabajo al finalizar el periodo de cinco años para el que fue nombrado por Benedicto XVI, y que Francisco confirmó al llegar al Pontificado. "Ese estilo no lo puedo aceptar", dijo, y añadió que "la enseñanza social de la Iglesia ha de aplicarse" también a los funcionarios del Vaticano. Hacía así también referencia a tres colaboradores suyos que fueron apartados de la Congregación en enero tras una intervención directa del pontífice.

En la entrevista, Müller relata que la noche de su cese, el pasado martes 4 de julio, habló por teléfono con el cardenal Joachim Meisner (uno de los cuatro firmantes de los dubia sobre Amoris Laetitia) y le contó lo sucedido. El arzobispo emérito de Colonia se mostró "profundamente consternado" por la noticia: "Le hirió y conmovió personalmente, dijo que era una pena para la Iglesia". Esa noche falleció.

Müller asegura que su cese no modifica su afecto y lealtad a Francisco, y que nadie conseguirá de él ningún movimiento contra él. "Siempre he sido fiel al Papa", afirma, señalando que mantendrá "su responsabilidad de procurar la unidad de la Iglesia y evitar en lo posible toda polarización": "Es mi deber como católico, como obispo y como cardenal".

Que Francisco no haya renovado el mandato del cardenal Müller es un caso excepcional, pues es tradición que los prefectos de la Congregación para la Doctrina de la Fe continúen en el cargo hasta su retiro por edad. Así sucedió con sus predecesores.

Müller sustituyó en 2012 al cardenal William Levada a sus 76 años; éste, en 2005 al cardenal Joseph Ratzinger tras su elección como Papa cuando tenía 78; Ratzinger había sustituido al cardenal Franjo Seper en 1981 al cumplir éste 76; y Seper al cardenal Alfredo Ottaviani cuando tenía 77 años, en 1968, y llevaba en el cargo (aunque bajo la denominación de secretario del Santo Oficio) desde 1953.

El cardenal Müller tiene ahora 69 años, y habría cumplido los 74 en el cargo de haberle sido renovado por otros cinco años.