Los cristianos "debemos contar tanto con el posible rechazo como con la persecución”. Pero “en el testimonio de la fe no cuentan los éxitos, sino la fidelidad a Cristo”.
“En la misión cristiana –ha dicho– no existe la bandera de la tranquilidad; las dificultades y tribulaciones forman parte de la obra de evangelización, y nosotros estamos llamados a encontrar en ellas las ocasiones para verificar la autenticidad de nuestra fe, de nuestra relación con Dios”, informa Aciprensa.
En este sentido, “el discípulo está llamado a hacer que su vida confluya con la de Cristo, que fue perseguido por los hombres, conoció el rechazo, el abandono y la muerte en la Cruz”. El Papa ha invitado a asumir la vocación de todo cristiano a la misión, a dar testimonio de Cristo; pero “ir de misiones no es hacer turismo”.
El Santo Padre ha explicado que las dificultades nos ofrecen la posibilidad de ser más misioneros y de crecer “en la confianza en Dios, nuestro Padre, que no abandona a sus hijos en la hora de la tempestad. En las dificultades del testimonio cristiano en el mundo, no hemos sido nunca olvidados, sino que siempre nos asiste la preocupación amorosa del Padre”.
Recemos por nuestros hermanos cristianos que son perseguidos en la actualidad, ha dicho el Papa.
El Romano Pontífice también ha recordado que las persecuciones no son algo del pasado, sino que “en nuestros días está presente la persecución contra los cristianos. Recemos por nuestros hermanos y hermanas que son perseguidos y demos gracias a Dios porque, a pesar de ello, continúan dando testimonio con valentía y con fidelidad a su fe”.
El ejemplo de los cristianos perseguidos “nos ayuda a no vacilar a la hora de tomar partido en favor de Cristo, testimoniándolo valientemente en las situaciones de cada día, también en contextos aparentemente tranquilos. En efecto, una forma de prueba puede ser también la existencia de hostilidad y de tribulaciones”.
El Papa ha hecho referencia al Evangelio de la Misa de hoy, en el que “el Señor Jesús, después de haber llamado y enviado a la misión a sus discípulos, los instruye y los prepara para afrontar las pruebas y las persecuciones que deberán afrontar”.
Ha destacado que “al igual que ‘ovejas en medio de lobos’, el Señor, también en nuestro tiempo, nos envía como centinelas en medio de gente que no quiere despertar del sueño mundano, que ignora las palabras de Verdad del Evangelio, construyéndose sus propias vidas efímeras”.
El Papa Francisco ha concluido sus palabras ofreciendo la clave de la esperanza en medio de las persecuciones: “El Señor está con nosotros. En medio de todo esto, el Señor continúa diciéndonos, como les decía a los discípulos de su tiempo: ‘¡No tengáis miedo!’. No tengáis miedo de quienes os ridiculicen y os maltraten, no tengáis miedo de quien os ignore. Jesús no nos deja solos porque somos muy valiosos para Él”.