El Papa Francisco dio a los Reyes un trofeo de guerra obtenido por los católicos españoles en el siglo XVI en las guerras entre católicos y protestantes: un bastón que perteneció a Guillermo de Orange, fundador de la dinastía protestante de Orange, que los españoles consiguieron en la batalla de Mookerheyde en 1574, dirigidos por Sancho de Ávila y Bernardino de Mendoza, en la que vencieron a un ejército mercenario que tenía el triple de caballería.
El bastón lo entrega el Papa en régimen de "comodato", que es un contrato por el cual se da o recibe prestada una cosa que puede usarse sin destruirse con la obligación de restituirla después.
En la batalla, el bastón fue usado por el hermano de Guillermo, Luis de Nassau. Tras la victoria de los españoles, pasó a manos de un comandante y luego a un jesuita. En España lo guardaban los jesuitas de Sant Cugat, cerca de Barcelona, y ahora regresa al actual rey holandés que es también Príncipe de Orange.
Aunque los Reyes de Holanda habían hablado ya antes en dos ocasiones con el Papa Francisco (en abril de 2016 con sus hijas Catalina, Alejandra y Ariadna) se consideraban visitas privadas. Esta visita ha sido la primera presencia oficial en la historia de la corona protestante holandesa en la Santa Sede.
"Encantada de verlo nuevamente", le dijo Máxima en español a Francisco, poco después de las 10 de la mañana en Italia (5 de la mañana argentina), en la sala del Tronetto del palacio apostólico. El encuentro duró poco más de unos 35 minutos.
Al tratarse de una visita inédita e histórica para la Corona holandesa, los reyes estuvieron acompañados por el canciller Bert Koenders y la ministra de Comercio Exterior y Cooperación Internacional, Lilianne Ploumen.
Una nota de las autoridades de Holanda señala que el bastón fue entregado al rey Willem en la Biblioteca Apostólica del Vaticano.
“Este bastón –señala el texto– que lleva el escudo de Guillermo de Orange, es ofrecido en comodato de uso por el convento de los jesuitas catalanes de San Cugat y es llevado por el Superior General de los Jesuitas, Padre Arturo Sosa Abascal. El bastón se expondrá en el museo nacional militar holandés en Soesterberg desde abril hasta octubre de 2018, en el marco de una muestra sobre Guillermo de Orange”.
“La entrega de este bastón representa también un testimonio de reconciliación y de la actual unión entre los dos países y las religiones. Es también un símbolo del largo camino que la Iglesia Católica Romana, pero también el Reino de los Países Bajos, ha recorrido del pasado de rivalidad, guerra y represión, hasta un presente de respeto recíproco y de promoción de la paz y de los derechos humanos”, resalta la nota.
En el encuentro entre el Papa y los reyes, el Santo Padre recibió como obsequio unos tulipanes blancos y amarillos, los colores del Vaticano. El Pontífice comentó al respecto que “no solo para Pascua las flores vaticanas deberían estar en el Vaticano. ¡Hay que plantarlas!”
Holanda tiene 17 millones de habitantes. Según datos de 2015, siete de cada diez se declaran no religiosos. Hay un 11% de católicos, 8% de protestantes de la iglesia nacional, 4% de protestantes de otras iglesias (evangélicos), casi un 6% de musulmanes y un 2% de budistas e hindúes.