La Iglesia ha decidido interrogarse sobre cómo acompañar a los jóvenes para que reconozcan y acojan la llamada al amor y a la vida en plenitud, y también pedir a los mismos jóvenes que la ayuden a identificar las modalidades más eficaces de hoy para anunciar la Buena Noticia. Así se indica en el documento preparatorio del próximo Sínodo de los Obispos, que se celebrará en octubre de 2018 con el tema: «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional».
Según informa Zenit, en la introducción del documento –que ha sido presentado hoy a los medios de comunicación— se explica que la vocación al amor asume para cada uno una forma concreta en la vida cotidiana a través de una serie de opciones que articulan estado de vida (matrimonio, ministerio ordenado, vida consagrada, etc.), profesión, modalidad de compromiso social y político, estilo de vida, gestión del tiempo y del dinero, etc. Elecciones, se recuerda, de las que nadie puede eximirse. Por eso, se subraya que “el propósito del discernimiento vocacional es descubrir cómo transformarlas, a la luz de la fe, en pasos hacia la plenitud de la alegría a la que todos estamos llamados”.
Con el Documento Preparatorio se da inicio a la fase de consulta de todo el Pueblo de Dios. El Documento – dirigido a los Sínodos de los Obispos y a los Consejos de los Jerarcas de las Iglesias Orientales Católicas, a las Conferencias Episcopales, a los Dicasterios de la Curia Romana y a la Unión de Superiores Generales – termina con un cuestionario. Además está prevista “una consulta de todos los jóvenes a través de un sitio web, con un cuestionario sobre sus expectativas y su vida.” Las respuestas a los dos cuestionarios constituirán la base para la redacción del Documento de trabajo o Instrumentum laboris, que será el punto de referencia para la discusión de los Padres sinodales.
El documento presentado hoy propone una reflexión articulada en tres pasos. Se comienza “delineando brevemente algunas dinámicas sociales y culturales del mundo en el que los jóvenes crecen y toman sus decisiones, para proponer una lectura de fe”. Posteriormente “se abordan los pasos fundamentales del proceso de discernimiento, que es el instrumento principal que la Iglesia desea ofrecer a los jóvenes para que descubran, a la luz de la fe, la propia vocación”. Por último, “se ponen de relieve los componentes fundamentales de una pastoral juvenil vocacional.”
El primer capítulo “Los jóvenes en el mundo de hoy”, no ofrece un análisis completo de la sociedad y del mundo, “sino que tiene presente algunos resultados de la investigación en el ámbito social útiles para abordar el tema del discernimiento vocacional”.
Mientras que en el segundo capítulo “Fe, discernimiento, vocación” se recuerda que a través del camino de este Sínodo, “la Iglesia quiere reiterar su deseo de encontrar, acompañar y cuidar de todos los jóvenes, sin excepción”. No podemos ni queremos abandonarlos –precisa el documento– a las soledades y a las exclusiones a las que el mundo les expone. De este modo, esta capítulo presenta algunas ideas “con vistas a un acompañamiento de los jóvenes a partir de la fe, escuchando a la tradición de la Iglesia y con el claro objetivo de sostenerlos en su discernimiento vocacional y en la toma de decisiones fundamentales de la vida, desde la conciencia del carácter irreversible de algunas de ellas”.
Finalmente, el documento aborda “La acción pastoral”. El propósito del tercer capítulo es concentrar la atención en lo que “implica tomar en serio el desafío del cuidado pastoral y del discernimiento vocacional”, teniendo en consideración “cuáles son los sujetos, los lugares y los instrumentos a disposición”. En este sentido, se reconoce una inclusión recíproca entre pastoral juvenil y pastoral vocacional, aun siendo conscientes de las diferencias. No se trata de una “panorámica exhaustiva”, sino de “indicaciones que se deben completar sobre la base de las experiencias de cada Iglesia local”.
El documento concluye con el cuestionario, cuyo objetivo es ayudar a los Organismos a quienes corresponde responder a “expresar su comprensión del mundo juvenil” y a “leer su experiencia de acompañamiento vocacional, a efectos de la recopilación de elementos para la redacción del Documento de trabajo o Instrumentum laboris”.
Con el fin de tener en cuenta las diferentes situaciones continentales se han incluido tres preguntas específicas para cada continente.