El Papa Francisco ha recibido este sábado 8 de julio, víspera de Pentecostés, poco antes de las 12 del mediodía, a cientos de católicos carismáticos y a la nueva entidad coordinadora de la Renovación Carismática Católica, Charis, que hereda las funciones de dos entidades anteriores. El Papa ha pedido a Charis (que tiene una oficina en Roma) y por extensión a los carismáticos que trabajen en 3 dimensiones:
- extender en la Iglesia la experiencia de la "Efusión del Espíritu", una oración que aviva y refuerza la fe y los dones del bautizado
- trabajar por el ecumenismo con otras realidades cristianas
- servir a los pobres "materiales y espirituales", ha detallado el Pontífice.
Improvisando fuera del texto escrito, el Papa ha comentado: "Nadie diga que que el Papa quiere que la Renovación haga comunismo. No, servir a los pobres es del Evangelio".
El Papa animó a los responsables de Charis a trabajar la unidad en la diversidad y felicitó especialmente a una de los 18 integrantes del órgano, menor de 30 años, que representará a los jóvenes, como un signo positivo de apertura a las nuevas generaciones.
El Papa Francisco puso después en pie a los asistentes para rezar 1 minuto de silencio por la paz en Tierra Santa, al cumplirse el aniversario del encuentro que mantuvo con los líderes israelí y palestino (los presidentes Peres y Abbas,) y el Patriarca Bartolomé de Constantinopla hace 5 años, el 8 de junio de 2014.
Acabado el minuto de oración en silencio, el Papa bromeó: "Esto es casi heroico, una comunidad de carismáticos en silencio un minuto entero". Las oraciones carismáticas son famosas por usar mucha música y alabanza espontánea en voz alta y fuerte, lo que las hace bastante ruidosas.
El Padre Raniero Cantalamesa, que será el asesor eclesiástico de la nueva coordinadora Charis, dirigió una oración de petición del Espíritu Santo, leyendo el texto de Pentecostés en Hechos de los Apóstoles y con el canto del antiguo himno "Veni Creator Spiritus". El encuentro finalizó con una oración de "canto en lenguas" por parte de los asistentes, llegados de distintos países, pidiendo al Espíritu Santo una renovación de sus dones en la Iglesia.
El discurso del Papa
Francisco dio gracias a los dos organismos que desde este 9 de junio dejan de funcionar (la ICCRS y la Fraternidad Católica de Comunidades de Alianza) y "al equipo de cuatro personas a quienes encargué concretar este nuevo y único servicio", dijo, refiriéndose a la nueva coordinadora, Charis.
“Existe al comienzo una sensación de inseguridad ante los cambios que lo nuevo puede traer. Es humano tener un cierto temor a lo nuevo. No es el caso en personas del Espíritu: «Yo hago nuevas todas las cosas», dice el Señor en el libro del Apocalipsis (21,5). Las novedades de Dios son siempre de bendición, porque proceden de su corazón amoroso”. Existe siempre la tentación de decir: “Estamos bien como estamos, lo estamos haciendo bien, ¿por qué cambiar? Dejémoslo como está; nosotros sabemos cómo se hace”. Este pensamiento no viene del Espíritu, al menos no del Espíritu Santo, tal vez del espíritu del mundo… No caigan en ese error. «Yo hago nuevas todas las cosas», dice el Señor".
El Papa detalló también que Charis es "servicio; no gobierno, servicio". Citó el texto de Isaías 54: “Alargar las cuerdas de la tienda”, un llamado a "que quepan todos los miembros de una misma familia. Una familia donde hay un solo Dios Padre, un solo Señor Jesucristo y un solo Espíritu vivificante. Una familia en la que un miembro no es más importante que otro, ni por edad, ni por inteligencia, ni por sus capacidades, porque todos son hijos amados del mismo Padre".
Exhortación del P. Catalamessa a los líderes
En las horas anteriores, el Padre Raniero Cantalamessa había participado en la Convención Internacional de Líderes de la Renovación Carismática. Recordó que “el cristianismo, a diferencia de cualquier otra religión, no comienza diciendo a los hombres lo que deben hacer para salvarse; empieza diciendo lo que Dios ha hecho, en Cristo Jesús, para salvarlos. Es la religión de la gracia”.
El capuchino Raniero Cantalamessa, asesor eclesiástico de Charis, se dirige a los carismáticos reunidos en el Aula Pablo VI
Por eso, con el Espíritu Santo, “la vida cristiana debe ser vivida por atracción, no por coacción, por amor, no por temor”.
Comentó después el concepto de vida nueva en el señorío de Jesús. "¿Qué hay de especial, en la proclamación de Jesús como Señor, que la hace tan distinta y determinante? Que con ella no se hace sólo una profesión de fe, sino que se toma una decisión personal. Quien la pronuncia, decide el sentido de su vida. Es como si dijera: «Tú eres mi Señor; yo me someto a ti, yo te reconozco libremente como mi salvador, mi cabeza, mi maestro, aquel que tiene todos los derechos sobre mí. Te cedo con alegría las riendas de mi vida»".
Cantalamessa añadió: “Creo que la Renovación Carismática puede ser (y en parte ha sido) de gran ayuda para hacer pasar las grandes verdades de la fe desde lo pensado a lo vivido, para hacer pasar el Espíritu Santo de los libros de teología a la experiencia de los creyentes”.
Recordó unas palabras del pensador cristiano Orígenes del siglo III: «No pienses que basta ser renovados una sola vez; hay que renovar la misma novedad: “Ipsa novitas innovanda est”». No hay que asombrarse de ello. Es lo que sucede en cada proyecto de Dios en el momento en que se pone en manos del hombre”.
Finalizó con una exortación bíblica del profeta Ageo: "Ahora, sé valiente, Zorobabel; sé valiente, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote; sé valiente, pueblo entero del país y a trabajar, porque yo estoy con vosotros» (Ag 2,4).
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