Del Pontífice aseguró que este Papa goza de un "don natural de la comunicación", que "no es comunista, sino tradicionalista" y que "cambió el modelo del papado, pero no la doctrina y sólo quiere que la Iglesia vuelva a sus inicios y se coloque en salida".
Sobre la comunicación, defendió el derecho de la Iglesia a tener medios propios, "un principio de libertad en una democracia", pero procurando que no sean un derroche y que "no sean enemigos de nadie, sino simplemente diferentes" y que salgan de la lógica del enfrentamiento y de la división.
Preguntado sobre el papel de la mujer en Iglesia, explicó que el Papa anima a "evitar la paridad" y las cuotas femeninas, pero que sin "clericalizar a la mujer" puede ser valorada en la estructura eclesiástica. Puso el ejemplo de Paloma García Ovejero, la periodista española recientemente nombrada viceportavoz de la Santa Sede.
Viganó aprovechó para dejar claro que "la ideología de género es una locura" aunque desde Roma no se quiere alzar "la bandera de la lucha ideológica de género".
También comentó el éxito del Año de la Misericordia, que está a punto de acabar y atrajo a 20 millones de peregrinos a Roma. Y sobre Donald Trump comentó que la Secretaría de Estado ya le ha felicitado por su elección y añadió: "Es muy distinto cuando uno hace una campaña electoral, porque es jefe de una parte, a cuando es elegido presidente".
Viganò estuvo acompañado en la mesa en Madrid por el presidente de la Cadena Cope, Fernando Giménez Barriocanal, y, entre el público, por el arzobispo castrense, Juan del Rio, o el secretario general y portavoz del episcopado, el sacerdote José María Gil Tamayo, entre otras personalidades.
Este sacerdote que algunos consideran el "dircom" (director de comunicación) del Vaticano está en España para presentar el libro Fidelidad es cambio. La comunicación de Francisco contada de cerca (Romana Editorial).
Entrevistado en esta ocasión por Europa Press, ha adelantado que el portal de Internet que aglutinará a todos los medios informativos del Vaticano verá la luz en los primeros meses del año 2017, esperan que para Pascua. Sus responsables están trabajando en la realización de un software que permitirá que cada noticia se convierta inmediatamente en multimedia (radio, TV, Internet...)
Sobre la forma de comunicar de Francisco, explica que debido a su costumbre de improvisar fuera del texto escrito o de salir a saludar personas fuera de lo previsto, suele ser el cámara del Centro Televisivo Vaticano quien informa a Secretaría de Estado que se produce una novedad fuera de lo planeado, para poder cubrirla informativamente.
También explicó a Europa Press que fue él, Viganò, quien explico al Papa lo que era un teleprompter, para que en sus videomensajes hablase dirigiéndose a la cámara. "El Papa no sabía qué era un teleprompter, pero se lo hemos llevado, lo hemos utilizado y ahora cuando mira a cámara, mira al espectador". Incluso cuando hace mensajes en español y cita frases largas de la Biblia, para hacerlo más creíble, tiene una Biblia a mano, bien visible, para que la gente no piense que está mirando al teleprompter (como se hace en medios profesionales).
A Viganò le gustaría que en los seminarios se incluyesen "verdaderos" cursos de retórica y no solo se enseñe en momentos puntuales. "Sería muy importante. No se trata de convertirse en estrategas de la comunicación sino en adquirir competencias para que el Evangelio pueda ir al encuentro de cada hombre y mujer", ha enfatizado.
Viganó en Valencia, con el cardenal Cañizares
El jueves Viganò ya explicó su visión comunicadora en la Universidad Católica de Valencia en presencia del cardenal Antonio Cañizares, la nueva rectora de la institución y el expresidente Francisco Camps (profesor de la Católica) en primera fila.
Allí dio 4 claves sobre el éxito comunicativo del Papa: «Hace lo que dice y dice lo que hace; tiene un lenguaje simple pero no banal; y coge el toro por los cuernos: se enfrenta a los problemas sin ponerse en el centro».
«El Papa no es revolucionario ni es un comunista. Pero para ser fieles al origen hay que cambiar. Aunque el cambio nunca es fácil y dé miedo», sostuvo el dircom del sucesor de Pedro.
Preguntado por la principal diferencia de comunicación entre el papa y los dirigentes políticos, el prefecto vaticano fue tajante: «La respuesta es que la comunicación del Papa no obedece a ninguna estrategia», sino al Evangelio. «Una estrategia siempre juega con momentos tácticos. Pero el Papa no tiene que conquistar nada. Entre otras cosas, añadió, porque «el que manda no es el Papa, sino Dios».
Doctor en Cine y catedrático de Teoría de la Comunicación, Viganò ha sido el director de la televisión vaticana. Ahora presta atención a todo tipo de detalles para ayudar a las personalidades de Iglesia a comunicar mejor, serenos, ante una cámara de TV («¡sin tocarse el anillo, la cadena o frotarse las manos!», pidió). Y se hace eco de una crítica común entre los feligreses de todo Occidente: las homilías largas y malas. «¡Foucault se convirtió por una homilía y Bataille se alejó por otra!», comentó en Valencia.
Viganò desveló también que cada quince días, en función de la actividad pontificia, le presentan al papa una lista con posibles tuits para su cuenta Pontifex, con millones de seguidores. «Él los corrige y elige cuáles tuiteará», subrayó. «Hay una enorme necesidad de cambiar el modo en que la Iglesia se comunica, pero es un proceso lento», concluyó.