Durante los meses de diciembre y enero, los obispos españoles cumplieron la visita ad limina apostolorum al Papa que se lleva a cabo cada lustro. Lo hicieron en cuatro grupos, en el primero de los cuales estuvo monseñor José Ignacio Munilla. En un encuentro con la curia diocesana de San Sebastián el 1 de febrero, el designado obispo de Orihuela-Alicante ofreció algunas pinceladas no sistemáticas sobre lo tratado con los distintos dicasterios vaticanos.
El prelado donostierra evocó el carácter familiar y de confianza que tuvo la reunión con Francisco, que duró dos horas y media. Y trasladó las consideraciones y directrices que recibidas en algunos de los dicasterios vaticanos con los que se reunieron. Una información muy valiosa para conocer cómo se ve en Roma la Iglesia española y qué se espera de ella.
1. Mejora la teología dogmática, pero atención a la espiritualidad
En la Congregación para la Doctrina de la Fe consideran que ya han pasado los años más problemáticos en el ámbito de la teología, en los que este dicasterio intervino para corregir "graves desviaciones" debidas al influjo del pensamiento contemporáneo no bien "discernido ni purificado". Ahora el grado de comunión en la fe es "muy superior".
Sin embargo, hay un contexto en el que hoy día hay un "mayor riesgo de falta de fidelidad a la Revelación" es el de los centro de espiritualidad: "Se nos pidió que tuviéramos más cuidado como pastores", dijo Munilla. En esos ámbitos se están difundiendo errores como el pelagianismo y el gnosticismo, no tanto a nivel teológico como en "una espiritualidad poco equilibrada".
El pelagianismo o voluntarismo nos hace olvidar que "no somos nada sin la gracia de Dios, el hombre necesita ser acompañado, asistido por la gracia".
El gnosticismo reduce la religión "a una técnica de relajación" y la Revelación a "un autodescubrirse", minimizando la novedad del cristianismo en la Encarnación. Esas técnicas no son oración, porque "no hay un diálogo con Jesucristo ni un encuentro con el Dios vivo". "Es un error", recordó el ahora administrador diocesano de San Sebastián, "pensar que todas las religiones son iguales, que no existe un conducto objetivo por el que Dios haya llevado su Revelación al mundo".
2. El género testimonial ha llegado para quedarse
En el Dicasterio para la Comunicación comentaron que nuestro mundo secularizado es "refractario a la noticia cristiana", pero por su sensibilidad es "especialmente acogedor del género testimonial", por lo cual es importante que la Iglesia comunique "abriendo camino" con él.
El testimonio transmite que "eso que queremos comunicar al mundo no es una teoría, es una experiencia, y a mí me ha pasado". Esta forma de comunicación "ha llegado para quedarse".
3. Las nuevas tecnologías implican un riesgo para la evangelización
Otro punto abordado en el encuentro con este dicasterio es que los confinamientos y restricciones con motivo de la pandemia han permitido explotar la potencialidad de la tecnología digital para la evangelización. Sin embargo, hay un "riesgo de que la comunicación se convierta en una burbuja cómoda" que fomenta la pereza y "nos impide vivir toda la riqueza de los encuentros personales".
Por otro lado, "vamos siendo conscientes" de que las nuevas tecnologías de la comunicación esconden "un diseño adictivo". En el dicasterio comentaron el hecho conocido de que los grandes ingenieros de las Big Tech "han creado para sus hijos escuelas privadas en las que haya 'cero tecnología': es un dato tremendo", subrayó monseñor Munilla.
"Las nuevas tecnologías de la comunicación", remató el obispo español que mejor las conoce y utiliza, "son un buen siervo pero un malísimo señor".
La explicación completa de monseñor Munilla a la curia de San Sebastián sobre la visita 'ad limina' de los obispos españoles.
4. Hay que fomentar una celebración fiel de la liturgia
En la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se abordó el motu proprio Traditionis Custodes, con el que la Santa Sede quiere acabar con la misa tradicional. Los obispos coincidieron en que en España la misa tradicional ha tenido "poco eco" comparado con otros países y en que "existían razones" para la intervención de Francisco derogando el Summorum Pontificum de Benedicto XVI.
Pero la "conclusión principal" a la que llegaron es que "la clave es la revitalización" de la nueva misa, "en la celebración correcta y adecuada de la liturgia con el misal postconciliar": "La aplicación de la renovación litúrgica del Concilio Vaticano II no ha sido fiel y existe un grado de infidelidad muy grande al respeto de las normas litúrgicas de nuestro misal actual".
Para los obispos españoles Traditionis Custodes se convierte pues en "una llamada a la celebración fiel" del Novus Ordo.
5. Fracaso en la experiencia de las celebraciones dominicales sin sacerdote
Para los obispos españoles fue "una sorpresa" que la Congregación para el Culto Divino les trasladase que la conferencia episcopal francesa, pionera en la experiencia de las celebraciones dominicales sin sacerdote, había cambiado de criterio, frenando su expansión por la "mala experiencia" vivida con el paso del tiempo.
"Se nos pidió que tomásemos nota de ello", afirmó monseñor Munilla. El problema que se ha presentado es que si la celebración en ausencia de sacerdote "imita a la eucaristía", con el paso del tiempo "desvaloriza el valor del sacramento" y da lugar a "una malformación que es difícil purificar en la catequesis". Es mejor, les dijeron, que la celebración no pretenda imitar la misa, sino que incluya otros recursos.
6. Ante el poder político: racionalidad, marco vigente, creatividad y apoyo a los laicos
En la Secretaría de Estado hablaron con el cardenal Pietro Parolin sobre las relaciones con el Estado y con las administraciones públicas. Hay facilidad de encuentro en temas de ayudas sociales, se subrayó, y menos en cuestiones antropológicas, familiares o educativas.
Se fijaron cuatro pautas de actuación, "consejos" de la Santa Sede para la relación con el Gobierno:
-"argumentación desde la racionalidad", frente a una cultura "woke" que 'cancela' a todo el que no piense según la corrección política e impide el diálogo entre sensibilidades distintas;
-"defender el marco jurídico vigente", no porque se lo canonice, sino porque "es un marco de libertad en el que, aunque con muchas imperfecciones, existe el mínimo de la libertad religiosa": "Un cambio de marco jurídico, teniendo en cuenta la cultura actual, va a ser para peor, para una pérdida del nivel de libertad religiosa que tenemos en este momento";
-"allí donde nos encontremos con muros, seamos creativos"; el cardenal Parolin puso el ejemplo del gobierno comunista chino, que ha prohibido a los menores de edad acudir a la iglesia, lo que ha llevado a organizar las catequesis en los hogares, descubriendo el valor de la familia como transmisora de la fe;
-"apoyar a los laicos activos en la vida pública": "no hay muchos" que proclamen su identidad católica, dijo Munilla, pero "pero tenemos que cuidarles y apoyarles".
7. Identidad cristiana de los colegios y formadores católicos
Aunque hubo encuentros con todos los dicasterios, el preconizado obispo de Orihuela-Alicante cerró sus pinceladas sobre la visita ad limina con la recepción en la Congregación para la Educación.
También recibieron cuatro consejos concretos:
-"subrayar la identidad cristiana en nuestros proyectos educativos", porque "existimos para evangelizar": "Si la Iglesia tiene una escuela o una universidad es para evangelizar. Si no evangelizamos, no la queremos; sin Jesucristo, el proyecto de educación cristiana no existe";
-"búsqueda de un consenso mínimo educativo" sin el cual "la educación se convierte en una lucha de poder, y pocos abusos de poder hay mayores y más indignos que aquellos que utilizan el territorio de la conciencia de los niños para ideologizar";
-"formación de los formadores de las instituciones católicas", que sean conocedores del Catecismo de la Iglesia Católica y de la doctrina social de la Iglesia;
-"confrontarse con los retos del presente", y acudir como servicio social subsidiario a cubrir "las grandes carencias de nuestra época": centros de orientación familiar, acompañamiento al duelo, escuelas especiales de integración de la discapacidad, acogida de la inmigración...
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"No es cierto que una visita ad limina sea un rollo", concluyó monseñor Munilla. Lo acababa de demostrar.